lunes, 21 de diciembre de 2009

EL HOMBRE QUE SE ENAMORÓ DE LA LUNA. Tom Spanbauer, 1991.


“La ficción hace la verdad más verdadera. Si voy a la no ficción me enredo en los detalles, mientras que con la ficción siento que tengo licencia para mentir. Encuentro la verdad mintiendo sobre ella”.

Tom Spanbauer


Dangerous writing. El estilo literario propuesto por Spanbauer traza el fantástico itinerario que va guiando al lector por ese peculiar Far West: un lejano Oeste habitado por indios y negros enfrentados a las convenciones impuestas por el hombre blanco; prostitutas soñadoras y enamoradas de hombres solitarios; mormones inquisidores; tipos duros y no tan duros que se aman bajo todas las luces. Violencia y amor, Naturaleza y pólvora, palabras-tabú, regueros de whisky, sexo… y Cobertizo, el protagonista adolescente que es, a su vez, la voz que narra para mostrarnos las fronteras y demostrarnos su artificio: las razas, los orígenes, la sexualidad revolotean sin ataduras a lo largo y ancho de esta novela, de este viaje de iniciación y búsqueda donde los márgenes se diluyen como una mirada en la oscuridad.


“El hombre que se enamoró de la luna” nos cuenta una historia repleta de hermosas mentiras que arrojan luz sobre distintas verdades: la verdad del aprendizaje, la lucidez de la libertad consciente, la certeza de la poesía.



Carlos Gironés.



































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