lunes, 15 de mayo de 2023

"Algún amor que no mate | Dulce Chacón | miércoles 17 mayo | 20 h

 


 

Dulce Chacón, autora de Algún amor que no mate: 
Escribo desde el vértigo que me produce el desasosiego. 

La autora manchega apunta que en su novela Algún amor que no mate asimiló la desdicha y el dolor de algunas mujeres para luego convertir esos testimonios en ficción. La escritora Dulce Chacón se incorporó en 1995 con Algún amor que no mate al panorama de la narrativa española de los noventa. 

El penetrante retrato del desmoronamiento vital de Prudencia, una mujer que había cifrado todo en el amor y que finalmente se quedó sin él; que luchó contra el desamor y salió derrotada, se convierte en la materia de una historia cuya versión teatral, dirigida por Eduardo Vasco, se estrena, con carácter absoluto, sobre el escenario del Teatro Cuyás. Algún amor que no mate aborda el tema de los malos tratos, la represión de la mujer, la incomunicación dentro del ámbito doméstico y el drama de la dependencia matrimonial, asuntos que a la novelista manchega siempre han inquietado como recurso literario.

Prudencia opta por reducir su mundo propio hasta hacerlo desaparecer. Sin horizontes en su vida es incapaz de reaccionar y de reconocer que se encuentra sometida a su marido. 

Dulce Chacón opina que la educación en España ha sido machista y sexista. Los malos tratos se siguen produciendo y alarmantemente, en vez de reducirse, se siguen produciendo como un estigma social que ya se extiende a las generaciones de españoles más jóvenes. Hay que lograr una ley integral contra la violencia de género, asegura la escritora, para quien la mujer en la historia de la educación española ha cumplido un papel de ángel del hogar, siempre supeditado al hombre. Esa remora que mostramos desde nuestros ancestros sigue marcando la historia de nuestra sociedad. El amor no tiene nada que ver con la dependencia ni con la sumisión. Algunos hombres deben mirarse al espejo y descubrir al enemigo que tienen dentro para luego combatirlo. 

Prudencia reacciona tarde y mal, explica Chacón al referirse a la protagonista de su obra, una mujer que pensaba los menús del día siguiente mientras hacía el amor con su marido. La obra termina con la idea de que hay que reaccionar y saber decir no a tiempo. La tradición judeo-cristiana ha impuesto que el amor debe existir hasta que la muerte separe, cuando en realidad sería más apropiado admitir un hasta que el amor muera.

La novelista, que acaba de publicar La voz dormida, en la que cuenta la historia de las mujeres del bando vencido en las prisiones de la posguerra española, habló con muchas mujeres antes de escribir Algún amor que no mate, y muchas, desoladas, fueron las que le dijeron tras la publicación de la novela: yo soy Prudencia y no lo quiero ser; gracias por habérmelo hecho descubrir. Ese contacto oral ha permitido a Chacón asimilar el dolor y la desdicha desde su nervio más íntimo y sincero para luego convertirlo en ficción. 

Yo necesito situarme frente al abismo para escribir, frente a la orfandad, frente a lo que me inquieta... la literatura me sirve para hacerme preguntas, más que para encontrar respuestas. Así me conozco a mí misma y al mundo que me rodea. Escribo desde el vértigo que me produce el desasosiego, como César Vallejo. Esas sensaciones a lo mejor no tienen respuestas, pero sí nos hacen plantearnos muchas preguntas que nos pueden ayudar a ser mejores personas, concluye Dulce Chacón.


 


Dulce Chacón Gutiérrez (Zafra; Badajoz, 3 de junio de 1954 - Brunete; Madrid, 3 de diciembre de 2003) fue una escritora y poeta española. El tema central de su obra es la represión franquista, y de manera especial la situación de las mujeres. Comprometida socialmente, entre otras perteneció a la Asociación de Mujeres contra la Violencia de Género, y a la Asociación de Mujeres Contra la Guerra, y a la Plataforma de Cultura contra la Guerra, ambas con relación a la Invasión de Irak en 2003. Diversos colegios e institutos, así como premios literarios, llevan su nombre como homenaje a su figura. Era hermana gemela de la también escritora Inma Chacón. 

Nació en el seno de una familia pudiente y conservadora de Zafra, "aristócrata, de derechas y del bando nacional" en sus propias palabras.​ Su padre, Antonio Chacón, fue alcalde de Zafra durante la dictadura de Franco y también persona ilustrada con inquietudes literarias, puesto que escribía​ (con el seudónimo "Hache")​ y leía poesía a su familia, lo que despertó la vocación literaria de la joven Dulce Chacón.

Cuando contaba solo 11 años de edad, su padre murió. Un año más tarde, su madre, María Gutiérrez, se fue a vivir con toda la familia a Madrid, donde viviría desde entonces. Dulce e Inma, su hermana gemela, fueron a estudiar a un internado. Fue allí donde Chacón comenzó a escribir poesía, en un esfuerzo por evadirse de las difíciles circunstancias personales que estaba viviendo. De las lecturas de su adolescencia, fueron los poetas Celan, Rilke, César Vallejo y José Ángel Valente los que dejaron mayor huella en su estilo poético.​ Otras influencias posteriores fueron Félix Grande, en la poesía, y Julio Llamazares, Luis Landero y José Saramago en la narrativa7​ (a estos dos últimos, así como a la mujer de Saramago, Pilar del Río, le unía una gran amistad).​

Aunque comenzó a escribir muy pronto, no publicó su primer libro, el poemario Querrán ponerle nombre, hasta 1992. Le seguirían otras dos obras poéticas, Las palabras de la piedra (1993) y Contra el desprestigio de la altura (1995). Por esta última ganó su primer premio, el Ciudad de Irún.​ A continuación se adentró en el terreno de la novela. 

En 1996 publicó Algún amor que no mate, sobre una mujer maltratada por su marido. ​ José Saramago la calificó de "dura pero necesaria". Un año después publicó su segunda novela, Blanca vuela mañana. 1998 fue un año de mucha intensidad: publicó Matadora, una biografía de Cristina Sánchez, la primera mujer torero española; estrenó su primera obra teatral, Segunda mano; y publicó su tercera novela, Háblame, musa, de aquel varón. En esta, retoma alguno de los temas de Algún amor que no mate, como es la violencia doméstica, abordando también otras formas de intolerancia, como la xenofobia. Con Háblame, Chacón cerraba una trilogía sobre la incomunicación en la pareja.​ 

A continuación vino un nuevo poemario, Matar al ángel (1999) y ese mismo año Cielos de barro, una novela coral ambientada en la Extremadura de la posguerra que Chacón presentó a la edición de 2000 del premio Azorín bajo el seudónimo "Hache". La novela, que obtuvo el galardón, estaba dedicada a Antonio Chacón, el padre de Dulce. El título fue un "regalo" del escritor Julio Llamazares.​


Su siguiente novela fue La voz dormida, publicada en 2002. Chacón tardó cuatro años en completarla, habiendo comenzado a reunir material incluso antes de la publicación de Matar al ángel y Cielos de barro. En ella, Dulce Chacón continuó abordando los difíciles años de la posguerra, novelando los testimonios, recogidos en entrevistas por toda España, de mujeres víctimas de la represión franquista durante los años cuarenta. La novela obtuvo el premio Libro del Año 2003, otorgado por el Gremio de Libreros de Madrid. 

En 2002 se estrenó la adaptación teatral de Algún amor que no mate, realizada por la propia Chacón. ​ Dirigió la adaptación Eduardo Vasco.​



En 2003 publicó otro poemario, Cuatro gotas.

La carrera de Dulce Chacón la truncó su prematura muerte. Falleció el 3 de diciembre de 2003, víctima de un cáncer de páncreas que le habían diagnosticado un mes antes​ y que se había extendido al hígado.​ Sus cenizas fueron depositadas en su localidad natal, junto a los restos mortales de su padre, Antonio Chacón. Parte de sus cenizas fueron esparcidas en las montañas de El Torno, un pequeño pueblo del Valle del Jerte (Cáceres).​ Dejaba marido, dos hijas y un hijo.

 

Compromiso social y político

A pesar de su pertenencia a una familia conservadora, Dulce Chacón se convirtió muy pronto en una persona de izquierdas. Según ha declarado, una de las razones fue el silencio familiar acerca de la represión franquista, particularmente cruenta en Zafra,​ donde en los primeros meses de la guerra, tras la toma de la ciudad por los sublevados, el 8 de agosto de 1936, unas doscientas cincuenta personas fueron asesinadas por las nuevas autoridades. La localidad tenía 7000 habitantes y, tras el estallido de la guerra, ningún derechista fue asesinado antes de la entrada de las tropas sublevadas. La causa de las víctimas del franquismo fue una de sus prioridades, opinando que el rencor derivado de la violencia política durante la guerra civil y el franquismo sigue enquistado, al no haber sido expuesto a la luz pública. Su lema al respecto era "ni rencor ni olvido".​ También ha declarado que "la reconciliación real todavía no ha llegado, porque aún no se ha producido esa conversación. Hemos oído la versión de los vencedores, ahora tenemos que oír a los vencidos".

De esta forma, se involucró en numerosas actividades sociales y políticas de carácter progresista. Escribió La voz dormida, obra en la que recoge y novela testimonios de mujeres del bando perdedor de la Guerra Civil de toda España. En relación con la invasión de Irak, formó parte de la plataforma 'Cultura contra la guerra' y leyó, junto con el premio Nobel José Saramago, el manifiesto antibélico que cerró la gran manifestación contra la guerra del 15 de marzo de 2003 en Madrid.​ Como parte de una delegación de la plataforma 'Mujeres contra la Guerra' también acudió a Bagdad en marzo del mismo año para conocer la situación del pueblo iraquí y su oposición al conflicto.​ Además, perteneció a la asociación Mujeres contra la Violencia de Género.​ También formó parte del Colectivo Hermanos, Amigos y Compañeros de José Couso, el cámara asesinado por tropas estadounidenses en Bagdad durante la invasión.

Su marido, Miguel Ángel Alcántara, la definió como "una luchadora, de izquierdas, agnóstica y peleona, y su mejor arma era la palabra y la escritura".

 

Reconocimientos y tributos

Calle en la ciudad de Sevilla.

Su ciudad natal concedió a Dulce Chacón la distinción de hija predilecta de la localidad a título póstumo, el 17 de febrero de 2005. También ha dado su nombre a una plaza e instituido un premio de narrativa española con su nombre. En 2003, la localidad madrileña de Brunete, donde vivía Dulce Chacón, convocó el Premio Literario de Novela Corta Dulce Chacón.

En 2009, Barricada publicó el libro-CD La tierra está sorda, con 18 canciones relacionadas con la represión franquista. Según declaró Enrique Villarreal «El Drogas», líder del grupo, fue la lectura de La voz dormida lo que le impulsó a crear el libro-CD.​ Algunas de las canciones se inspiran directamente en los testimonios recogidos y novelados por Chacón.​ Barricada presentó el trabajo en Zafra el 19 de marzo de 2010.

El Instituto de Educación Secundaria Obligatoria de La Garrovilla (Badajoz) se llama desde el año 2005 IESO Dulce Chacón en recuerdo de la escritora.​ El salón de actos de Tocina (Sevilla) lleva su nombre. También un Colegio Público en la localidad madrileña de Fuenlabrada, otro en la localidad de Rivas-Vaciamadrid,​ y otro en la ciudad extremeña de Cáceres.​ La biblioteca principal de la Universidad Europea de Madrid también lleva su nombre.2

 

OBRA

Poesía

Querrán ponerle nombre (1992)

Las palabras de la piedra (1993)

Contra el desprestigio de la altura (1995), premio Ciudad de Irún

Matar al ángel (1999)

Cuatro gotas (2003)


Novela

Algún amor que no mate (1996)

Blanca vuela mañana (1997)

Háblame, musa, de aquel varón (1998)

Cielos de barro (2000), premio Azorín 2000

La voz dormida (2002), premio Libro del Año 2003, concedido por el Gremio de Libreros de Madrid.

 

Cuentos

Te querré hasta la muerte (2003), en Sobre raíles.

 

Teatro

Segunda mano (1998)

Adaptación teatral de Algún amor que no mate (2002), candidata a los premios Max 2004 a la mejor autora teatral en castellano

 

Biografía

Matadora (1998)



https://es.wikipedia.org/wiki/Dulce_Chac%C3%B3n_(escritora)

viernes, 7 de abril de 2023

"Una madre" | Alejandro Palomas | miércoles 19 abril | 20 h

 



Lazos familiares y una Barcelona entre acogedora y esquiva

Una madre es el retrato de “una ciudad (Barcelona) acogedora y esquiva a partes iguales, de una familia unida por los frágiles lazos de la necesidad y del amor y la mirada única de una mujer maravillosa en un momento extraordinario”.

Faltan unas horas para la medianoche. Por fin, después de varias tentativas, Amalia, la protagonista de Una madre, ha logrado a sus 65 años ver cumplido su sueño: reunir a toda la familia para cenar en Nochevieja...

Una madre cuenta la historia de cómo Amalia entreteje con su humor y su entrega particular una red de hilos invisibles con la que une y protege a los suyos, zurciendo los silencios de unos y encauzando el futuro de los otros. Sabe que va a ser una noche intensa, llena de secretos y mentiras, de mucha risa y de confesiones largo tiempo contenidas que por fin estallan para descubrir lo que queda por vivir. Sabe que es el momento de actuar y no está dispuesta a que nada la aparte de su cometido.

Un cartel luminoso que emite mensajes desde una azotea junto al puerto, una silla en la que desde hace años jamás se sienta nadie, una Barcelona de cielos añiles que conspira para que vuelva una luz que parecía apagada, unos ojos como bosques alemanes y una libreta que aclara los porqués de una vida entera… Una madre no es solo el retrato de una mujer valiente y entrañable, y de los miembros de su familia que dependen de ella y de su peculiar energía para afrontar sus vidas, sino también un atisbo de lo que la condición humana es capaz de demostrarse y mostrar cuando ahonda en su mejor versión.

https://www.estandarte.comnoticiaslibrosnovelauna-madre-de-alejandro-palomas_2399.html



Videoentrevista

Alejandro Palomas presenta su libro "Una madre" 





Alejandro Palomas (Barcelona, 1967) es un escritor y traductor español. Escribe en lengua castellana y catalana

Licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Barcelona y máster en Poesía por el New College de San Francisco, es traductor literario, profesor en talleres de escritura creativa, colaborador en diferentes medios de comunicación y autor de novelas con la temática común de los problemas de incomunicación y dificultades familiares.

El autor obtuvo en 2018 el Premio Nadal (otorgado por Ediciones Destino) por la obra Un amor,  tras haber publicado dos años antes su anterior obra, titulada Las dos orillas, en la misma editorial.

Su denuncia, en 2022, de los abusos sexuales de que fue víctima a los ocho años de edad por parte de un religioso y profesor de un colegio de La Salle, motivó que salieran a la luz decenas de casos adicionales perpetrados por el mismo sujeto en Premiá de Mar y Moncada y Reixach. El conocimiento de su caso le llevó a entrevistarse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalidad, Pere Aragonès, e impulsó una investigación sobre la pederastia en la Iglesia encargada por el Gobierno central al defensor del Pueblo. Divulgó su traumática experiencia en Esto no se dice (2022).


Obra

El tiempo del corazón (Siruela, 2002)

A pesar de todo (Alba, 2002)

Pequeñas bienvenidas (El Cobre, 2005)

Tanta vida (Columna, 2008)

El secreto de los Hoffman (Plaza & Janés, 2008)

El alma del mundo (Espasa, 2011)

El tiempo que nos une (Suma de letras, 2011)

El cel que ens queda (Columna, 2011)

Tanto tiempo (Huerga y Fierro, 2012)

Agua cerrada (Siruela, 2012)

Entre el ruido y la vida (Baile del Sol, 2013)

Una madre (Siruela, 2014)

Aunque no haya nadie (Baile del Sol, 2014)

Un hijo (Bridge, 2015)

Un perro (Destino, 2016)

Las dos orillas (Destino, 2016)

Un amor (Destino, 2018)

Quiero. Poesía reunida 2012-2018 (Fund. J. M. Lara, 2023)

Un secreto (Destino, 2019)

Una flor (Letraversal, 2020)

Un país con tu nombre (Destino, 2021)

Esto no se dice (Destino, 2022)

 

Premios

2008: Finalista Premio de Novela Ciudad de Torrevieja por El secreto de los Hoffman

2011: Finalista Premio Primavera de Novela por El alma del mundo

2014: Premio Joaquim Ruyra de narrativa juvenil por Un hijo

2015: V Premio La Isla de los libros por Un hijo

2016: Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2016 por Un hijo

2016: Protagonista Joven 2016

2018: Premio Nadal por Un amor

https://es.wikipedia.org/wiki/Alejandro_Palomas




martes, 14 de marzo de 2023

"Entre visillos" | Carmen Martín Gaite | miércoles 15 marzo | 20 h

 



Las chicas sin novio andaban revueltas a cada principio de temporada, pendientes de los chicos conocidos que preparaban oposición a notarías. Casi todas estaban de acuerdo que era la mejor salida de la carrera de Derecho, la cosa más segura. Otras, las menos, ponían algunos reparos.

 

La novela describe la vida cotidiana de unas jóvenes en una pequeña ciudad de provincias que, por los detalles descritos, se identifica con Salamanca. Elvira, Julia y Gertru son los nombres de algunas de estas chicas que viven en una sociedad conservadora e hipócrita, que las ahoga y las conduce a un futuro lleno de hastío y carente de comunicación. A este mundo abúlico regresa Pablo Klein, para impartir clases de alemán en el instituto, y a través de su mirada abierta y crítica la autora denuncia la cerrazón y la falsedad de la sociedad española de posguerra.



Las Gigantillas (Plaza Mayor de Salamanca)

Entre visillos se inserta dentro de la tendencia literaria del realismo social español de los años cincuenta, que toma como referencia el objetivismo del nouveau roman francés y el neorrealismo italiano. Martín Gaite adopta así la actitud de otros tantos novelistas que reaccionan ante la situación española de posguerra y deciden transmitir en sus novelas una visión crítica de la sociedad que los rodea.

La crítica se centra básicamente en la vida cotidiana de las mujeres, que deben resignarse a adaptarse a la moral y al modelo de sociedad patriarcal impuestos por la Iglesia y el gobierno franquista. De este modo aparecen personajes como Gertru y Mercedes, cuya única meta en la vida es casarse con un chico formal y socialmente aceptado. Son personajes conformistas y superficiales a los que conocemos a través de sus conversaciones banales y sus acciones rutinarias, como ir a bailar al Casino los jueves y al cine los domingos, porque el cine será el único medio que tendrán para escapar de ese mundo cerrado y trasladarse a mundos ideales inexistentes en la realidad provinciana.

Por otra parte, tenemos conocimiento de los personajes femeninos a través de los monólogos de Pablo Klein, personaje que abre nuevas miras a otros como Natalia. Tali será la única que represente esa lucha contra la sociedad alienadora en la que vive, por lo que será considerada por el resto como una chica rara. Su inconformismo le llevará a reivindicar su derecho a estudiar una carrera, algo que no estaba bien visto en una mujer de la época. En este sentido, se puede decir que la autora critica también la educación discriminadora del momento, una educación para las mujeres que las encaminaba ya hacia un futuro dedicado a las tareas del hogar. Este tipo de personaje inadaptado tendrá como vía de escape los lugares abiertos de la ciudad, como el río, que se cargan de simbolismo en la novela.




Entre estos dos tipos de personajes, los conformistas y los inconformistas, se encuentra la burguesía adinerada representada por Yoni y sus amigos. Son personajes que no escapan a la crítica de la autora, puesto que mediante la evasión que les proporciona el dinero intentan permanecer al margen de las injusticias sociales.

La novelista, adoptando el punto de vista de una cámara cinematográfica, presenta con gran sencillez estructural a todo este colectivo que dialoga y actúa en situaciones intrascendentes. Estas son algunas de las técnicas narrativas que aparecían ya en El balneario y que dan como resultado una de las mejores novelas del realismo social español.

Carmen Martín Gaite habla sobre su obra en muchas de las entrevistas que concedió en vida. En una de ellas a Marie-Lise Gazarian Gautier, afirma que considera el arte de escribir como un juego y un aliciente para sortear problemas, a la vez que aspira "a que quien lea mis libros se divierta por lo menos la tercera parte de lo que yo gozo al escribirlos". En otra entrevista concedida a Cecilia Fernández aporta algunos datos sobre Entre visillos, obra que escribió "como una especie de rechazo de ese mundo provinciano del que huía", añadiendo que "hay una crítica sin crueldad, de ese mundo pequeño y demasiado cerrado de mi infancia y juventud".

ADHUC–Centre de Recerca Teoria, Gènere, Sexualitat (Universitat de Barcelona)

http://www.ub.edu/cdona/lletradedona/entre-visillos





Carmen Martín Gaite nació en Salamanca el 8 de diciembre de 1925 Se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad de Salamanca, donde conoció a Ignacio Aldecoa y a Agustín García Calvo. En esa universidad tuvo además su primer contacto con el teatro participando como actriz en varias obras. Colaboró en varias revistas como Trabajos y Días en Salamanca y Revista Nueva en Madrid. Se trasladó a esta ciudad en 1950 y se doctoró en la Universidad de Madrid con la tesis Usos amorosos del XVIII en España. Ignacio Aldecoa, cuya obra estudiaría posteriormente, la introdujo en su círculo literario, donde conoció a Josefina Rodríguez, Alfonso Sastre, Juan Benet, Medardo Fraile y Jesús Fernández Santos y Rafael Sánchez Ferlosio, con quien se casó en 1954. De esta manera se incluyó en la que sería conocida como la Generación del 55 o Generación de la Posguerra.




Las hermanas Carmen y Ana Martín Gaite, con su padre

Escribió su primer cuento, Un día de libertad, en 1953, aunque confiesa escribir desde los 8 años. Comienza su carrera literaria con El balneario obteniendo en 1955 uno de los premios literarios de mayor prestigio en España, el Café Gijón. Tres años después presenta la que sería su obra señera, Entre visillos, al Premio Nadal, ganándolo.

Escribe dos obras de teatro, el monólogo A palo seco en 1957, que fue representado en 1987, y La hermana pequeña en 1959, rescatada en 1998 por el director de teatro Angel García Moreno y estrenada el 19 de enero de 1999 en Madrid.

Durante la década de los sesenta continúa cultivando la narrativa, con obras tan importantes como La ataduras (1960) o Ritmo lento (1963), pero es en los setenta cuando vemos la versatilidad de Martín Gaite. Publica sus dos ensayos sobre el proceso contra Macanaz además de su tesis, recopila su poesía en A rachas (1976), y una de sus obras cumbre, la novela Retahílas, sale a la luz en 1974. También a esta década debemos su primera recopilación de relatos, Cuentos completos. Su faceta periodística se caracteriza por su etapa de redactora en los comienzos de Diario 16.




Su matrimonio con Rafael Sánchez Ferlosio duró unos años antes de acabar en separación, en los cuales tuvieron una hija, Marta, a quien dedicó el cuento La reina de las nieves. Falleció antes que ella.

Entre otros logros, Martín Gaite destaca por haber sido la primera mujer a la que se le concede el Premio Nacional de Literatura con El cuarto de atrás en 1978, y por haber ganado en 1994 el Premio Nacional de las Letras por el conjunto de su obra. Fue una de las personas más, y mejor, premiadas del mundo de la literatura; obtuvo el Príncipe de Asturias en 1988 compartido con el poeta gallego José Ángel Valente [1929-2000], el Premio Acebo de Honor en 1988 como reconocimiento a toda su obra, el Premio Castilla y León de las Letras en 1992, Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes en 1997, Pluma de Plata del Círculo de la Escritura otorgada en junio de 1999 y cuya ceremonia fue retransmitida por videoconferencia a través de Internet, algo sin precedentes, hasta aquel momento, en el mundo literario. Con su ensayo Usos amorosos de la posguerra española recibió en 1987 el Premio Anagrama de Ensayo y el Libro de Oro de los libreros españoles. Esta obra dispara sus ventas, y desde entonces las obras de Carmen Martín Gaite están siempre entre las más vendidas en España, siendo espectacular su éxito en la Feria del libro de Madrid, donde solía ser su obra de cada temporada la más vendida de la feria.

Cultivó también la crítica literaria y la traducción destacando en autores como Gustave Flaubert [1821-1880], Rainer Maria Rilke [1875-1926] y Emily Brönte [1818-1848], colaboró, asimismo, en los guiones de series para Televisión Española Santa Teresa de Jesús (1982) y Celia (1989), serie infantil basada en los famosos cuentos de la escritora madrileña Elena Fortún (1886-1952).

Publica dos enormes éxitos de crítica y público, Lo raro es vivir en 1997 e Irse de casa en 1998, y en 1999 se publica y representa La hermana pequeña y recopila en Cuéntame, con la colaboración de la Emma Martinell Gifre, ensayos y cuentos escritos entre 1953 y 1997. 

En 2000 se le diagnostica un cáncer que cerca de mes y medio después acabará con su vida el 23 de julio en una clínica de Madrid. Es enterrada en El Boalo, donde residió sus últimos años en la casa familiar y donde están enterrados sus padres y su hija.

http://escritoras.com/escritoras/Carmen-Martin-Gaite


ADAPTACIÓN A SERIE DE TV (15 CAPÍTULOS)


La serie, dirigida por Miguel Picazo, está protagonizada por Charo López, Inma de Santis, Alicia Hermida, Amparo Pamplona y Pepe Sancho, entre otros. Fue emitida en TVE en 1974.




lunes, 13 de febrero de 2023

"El caminante" | Jiro Taniguchi | miércoles 15 febrero | 20 h






Siento apego por las pequeñas cosas que suceden a diario. Las observo con cuidado y reproduzco esos aspectos insignificantes a los que las personas no suelen prestar atención.
Jiro Taniguchi


Fallecido en febrero de 2017, Jiro Taniguchi deja como testimonio de su hermosa poética de las pequeñas cosas una obra memorable: "El caminante" (Ponent, 2017). 

Nadar desnudo en una piscina vacía, descubrir el placer de observar los pájaros, encaramarse descalzo a recuperar un juguete varado en las ramas de un árbol, devolver al mar una concha enterrada en el jardín… En El Caminante, Jiro Taniguchi (Japón, 1947 – 2017)  nos invita a descubrir la poética de las pequeñas cosas, a que aparquemos nuestras ajetreadas vidas y que, a través de su trazo preciosista y su narrativa pausada, acompañemos a su protagonista en su vida cotidiana.

Pero lo que pueden parecer pequeñas anécdotas banales, sin apenas narración,  en manos de Taniguchi se convierten en relatos prendados de un lirismo y una belleza similar al de los haikus, esos que R. H. Blyth definía como “una mera nada, inolvidablemente significativa”, pero con una mirada costumbrista, netamente imbricada en Japón y su cultura, que bebe de cineastas clásicos como Yasujiro Ozu.


Ese localismo es, a su vez, lo que convierte su relato en algo tan universal y transversal. El Caminante destila amor por la vida, un carpe diem centrado en el placer de las pequeñas cosas con el que es imposible no identificarse, convirtiéndola en esas raras obras que trascienden el formato. Es cómic, sí. Y manga. Pero es muchísimo más.

  


En el grueso de los relatos que componen El Caminante, el hilo narrativo es poco más que una excusa. Apenas pasa nada. Arranca con el protagonista y su mujer mudándose de casa, adoptando al perro que allí se encuentran, y a partir de ahí, acompañaremos a nuestro hombre sin nombre en sus paseos por su nuevo barrio, en sus recados más cotidianos, mientras lo observa todo, con distancia a veces, implicándose otras, pero siempre con curiosidad, dejando que sean sus pasos los que, como en el poema de Machado, hagan camino al andar. Taniguchi consigue que, como lectores, nos sintamos cómplices de su protagonista desde la primera viñeta, que sus aparentes vagabundeos sin rumbo tengan todo el sentido del mundo, y que su curiosidad hacia lo que le rodea sea la nuestra. Sus pequeñas aventuras destilan un hondo humanismo, ya que a través de una mirada limpia, casi infantil, consigue que apreciemos la belleza de las pequeñas cosas, su hondura poética, sin recurrir, salvo en una ocasión, al manido monólogo interior mediante cajas, en las que leamos los pensamientos del personaje. En ningún momento sus personajes exclaman o verbalizan nada de lo que sienten, de lo que les provoca lo que observan. ¿Para qué escribirlo cuando puede dibujarlo?



Y lo hace con un trazo limpio, detallado y preciosista, en un blanco y negro plagado de grises (con algún uso ocasional del color) que no esconde su influencia de la escuela franco-belga y su línea clara, y que nos lleva por una narrativa lenta y detallada. El autor, como el personaje, nunca se apresura, le dedica a cada momento el tiempo que necesite. Puede usar pequeñas viñetas para describir una acción como el vuelo de un globo de papel, o deslumbrarnos con preciosas ilustraciones a página completa. La narración consigue atrapar la atención del lector sin que apenas pase nada, y lo que es más difícil, que eso pase desapercibido. Pasan cosas, sólo que muy pequeñas, muy sutiles, y pueden arrancarnos una sonrisa (la sorpresa que supone la mirada de un anciano esperando a nuestro protagonista para pasear juntos), emocionarnos (el protagonista y su esposa devolviendo una concha al mar) o, simplemente, arrancarnos un suspiro ante la belleza de un momento, (nuestro protagonista descalzo encaramado a un árbol observando el paisaje) o por la envidia que nos provoca (nuestro protagonista saltando la valla de una piscina pública para poder nadar desnudo y solo. 

En El Caminante no pasa nada y, aun así, uno no puede dejar de leer. Porque es imposible no identificarse con el héroe, no querer ser él, algo inherente a toda buena narración. Tanto Taniguchi como el hombre de mediana edad que protagoniza su historia, parecen embarcados en lo mismo: en llevarnos de la mano para contemplar la vida tal y como es, sin trucos, artificios y dobleces. Es entonces cuando el trazo del autor revela, a través de su protagonista, todo el lirismo y la belleza que esconden los momentos más banales y cotidianos.

Completan este tomo recopilatorio otros tres relatos, que mantienen cierta unidad estilística y de tono, tanto con el grueso de relatos de El Caminante como, sobre todo, con el resto de la obra de Taniguchi.

Jiro Taniguchi es quizás uno de los autores de manga seinen (manga de temática adulta, orientada hacia un público masculino en su definición) más conocidos fuera del Japón. Su obra ha sido publicada en occidente con regularidad, siendo muy bien acogida y elogiada, sobre todo en Francia. Admiración mutua por otra parte, pues Taniguchi nunca ha ocultado la influencia del cómic franco-belga en su obra, llegando incluso a colaborar con un artista tan influyente y emblemático como Moebius en Ícaro. Pero su trabajo trasciende la, a veces, reduccionista etiqueta de manga.

No es fácil asomarse a la obra de Taniguchi sin los prejuicios inherentes a las etiquetas. Porque cualquier lector no habitual de eso que hemos convenido en llamar cómic (que algunos llaman novela gráfica y los más viejos, tebeos o historietas) que se acerque a su trabajo siempre tendrá en su cabeza un término, manga, tan amplio y genérico en su acepción como reduccionista en su definición más aceptada, al menos en España.

Y todo eso, a pesar de que el cómic japonés lleva ya muchos años en este país. Sin remontarnos a la prehistoria (con series animadas como Mazinger Z o ¡Meteoro!), su irrupción en nuestra cultura popular como fenómeno de masas data de principios de los años noventa, con la aparición del Akira de Katsuhiro Otomo y, sobre todo, del Dragon Ball de Akira Toriyama, tanto el manga, publicado por Planeta, como la serie animada, emitida por las autonómicas. Éste último fue la gran punta de lanza de la fiebre manga, creando una generación bola de dragón entre los que hoy superan la treintena. Desde entonces, su publicación no ha parado de crecer, y las numerosas convenciones que recorren España (del Expomanga al Saló del Manga) no hacen más que atestiguar la vitalidad del género en nuestro país. Una vitalidad que, como pasa con el comic book norteamericano, tiene algo de endogámico, de ghetto, que puede echar para atrás la curiosidad del neófito o no iniciado. Y eso, en el caso de la obra de Taniguchi, nos impediría disfrutar de una de las voces más bellas de la historieta contemporánea. 

https://elcuadernodigital.com/2017/11/29/jiro-taniguchi-el-caminante/






Jiro Taniguchi (Tottori, 14 de agosto de 1947 - Tokio, 11 de febrero de 2017) es un famoso autor de manga japonés de estilo realista, trazo limpio y acabado detallista, muy influenciado por el cómic europeo, en concreto por la historieta franco-belga.

Comenzó a trabajar en 1966 como asistente en el estudio del dibujante de manga Ishikawa Kyota, debutando ya como dibujante en 1970 con Kareta Heya (Un verano seco). En esos primeros años dibujaría historias cortas para diversas revistas, hasta publicar su primera serie propia, Namae no Nai Doubutsu Tachi (Animales sin nombre, Kodansha 1975), una historia protagonizada por animales.

Desde 1976 hasta 1979 publicó numerosos trabajos de todos los géneros con varios guionistas como  Natsuo Sekikawa, con quien realizaría obras como Muboi Toshi / Muboushi Toshi (Ciudad sin defensa, 1976), Nashikaze wa Shiroi / Seifuu Ha Shiroi (El viento del Oeste es blanco, 1976) o Lindo 3! (1978).


En los años 1980 volvieron a trabajar juntos en Botchan no jidai (La época Botchan, 1987-1996), obra larga basada en el clásico de la literatura japonesa del escritor Natsume Soseki sobre la vida en Japón durante la era Meiji (finales del siglo XIX), por el que recibiría el Premio Cultural Tezuka Osamu en 1998. También produciría otras obras con diversos guionistas como Carib Marley (Blue Fighter, 1982; Knuckle Wars, 1983; Live! Odyssey, 1983; Rudo Boy; 1984) o Shirow Tozaki, con quien realizaría K (1988). Con Sekikawa volvería a trabajar en Hotel Harbour View (1986), obra publicada en diversos países como EE UU, Francia o España, y que para muchos lectores sería la primera obra conocida del autor.

A partir de 1991 comienza a alternar sus trabajos con otros guionistas con obras en solitario, de corte más intimista, entre las que figuran Aruku hito (El caminante, 1990-1991), Chichi no koyomi (El almanaque de mi padre, 1994). o Haruka-na machi e (Barrio lejano, 1996), que obtuvo el premio L`Alph Art al mejor guión en el Festival de Angulema de 2003 y el premio a la mejor obra en el Salón del Cómic de Barcelona de 2004.

En 1997 publica Ikaru (Ícaro) en la revista semanal Morning, con guiones de Moebius y Jean Annestay, obra que debía extenderse en diversos volúmenes, pero que los problemas de ventas del editor obligaron a cerrar en un final precipitado, recopilándose posteriormente en un único volumen.

Ya en el siglo XXI publica obras como Sosaku Sha (El rastreador, 2000), Seton (2004), Hare yuku sora (Un cielo radiante, 2005) o Mahou no Yama (La montaña mágica, 2007), su primera obra publicada en formato álbum europeo y a color. En 2008 publica la obra autobiográfica Fuyu no dobutsuen (Un zoo en invierno), narrando el traslado desde su pueblo natal a la gran ciudad y sus inicios en el mundo del manga en Tokio, como ayudante de un maestro mangaka.

Taniguchi ha ganado numerosos premios en su Japón natal, y sus trabajos son traducidos en varios idiomas. Es uno de los autores de manga contemporáneos más reconocidos internacionalmente, destacando su presencia en el mercado francés. En España, la mayor parte de su obra ha sido publicada por Ponent Mon. 



https://www.tebeosfera.com/autores/taniguchi_jiro.html



 

miércoles, 18 de enero de 2023

"Cuenta atrás" | David López Sandoval | miércoles 25 enero | 17:30 h


ENCUENTRO CON AUTOR 

El próximo miércoles 25 de enero, a partir de las 17:30h, nos visitará el poeta David López Sandoval, con quien compartiremos impresiones sobre su poemario Cuenta atrás, XXXIV Premio Jaén de Poesía.




David López Sandoval (Córdoba, 1975) es Doctor en Filología Hispánica y profesor de Lengua Castellana. Ha vivido en Tetuán, Marruecos, y en diversos lugares de España. Actualmente reside en Bullas, donde ejerce como profesor de Lengua Castellana y Literatura.



Entre sus libros publicados destacan la novela "Viaje al Parnaso" (Editorial Epígono, 1999), la antología de poesía escrita en Murcia  "Tras la espesa corteza de los días" (Editora Regional de Murcia. 2001), elaborada en colaboración con su padre, el también escritor David López García, y los libros de poemas "Náufragos" (Editorial Tres Fronteras, 2010), "El viaje heroico" (XIV Premio de Poesía “Fray Luis de León”, 2014), "Cancionero moral de un poeta menor" (Raspabook, 2017), y "Cuenta atrás" (XXXIV Premio Jaén de Poesía, publicado por la editorial Hiperión en 2018).






"El escritorio" (Paralelo Sur, 2019) ganó el I Premio de Dramaturgia Social de Santa Coloma de Gramenet (2018), y ha sido llevado a los escenarios.




En 2021 ve la luz su libro de sonetos "En carne vivo".




"Lírica cuántica" (Ediciones Tres Fronteras, 2022), es la última publicación de López Sandoval, un poemario compuesto por cien haikus ilustrados por Juana Fernandez Amor, Isidoro Martínez Sánchez, Fernando Muñoz Ubiña y Remedios Pérez Juan.





En su último poemario, titulado Cuenta atrás, David López Sandoval se aproxima a la muerte desde una perspectiva mística, como si fuera un episodio más de la vida.

Tal vez sean estos días grises y no aquellos azules de la infancia, que nombrara el poeta, o quizá sean ambos los que propician que hurguemos en el paso del tiempo hasta hallar la razón última de la existencia. Sea una luz o una sombra, un color o un silencio, la poesía nos ayuda a interpretar el mundo desde una óptica diferente, la que el poeta nos redescubre con su mirada perspicaz y precisa, y luego traduce en palabras capaces de estimular y provocar en el lector un placentero temblor, una sacudida. Leía días atrás que Ida Vitale, la poeta uruguaya recientemente galardonada con el premio Cervantes, aconseja: “En poesía no acates, ataca.”. Cuando el poeta se aletarga y se acomoda la poesía que nace lo hace vencida ya, derrotada, sin fuerza para levantar el vuelo. No es el caso del poeta David López Sandoval (Córdoba, 1975), que se rebela y “ataca”, siguiendo el consejo de Vitale, con su último libro Cuenta atrás, con el que obtuvo el Premio Jaén de Poesía en su trigésimo cuarta edición y publicado por Hiperión. Con anterioridad ha publicado la novela Viaje al Parnaso (1999) y los poemarios Náufragos (2010), El viaje heroico (XIV Premio de Poesía “Fray Luis de León”, 2014) y Cancionero moral de un poeta menor (2017). 

Cuenta atrás nos propone un recorrido por la vida, que no es otra cosa que un trayecto hacia la meta final que representa la muerte, de ahí que el poemario esté estructurado por 51 poemas en forma descendente, del 50 al 0, inclusive. Llama la atención que el poema número 33, ¿cuestión de simbología numérica cristológica, por representar la ‘plenitud de la edad’ o simplemente responde tal circunstancia  a una decisión personal e íntima del poeta? En cualquier caso el poemario está construido sobre una base sólida que confirma un extraordinario sustento en la más grande tradición clásica y literaria del poeta, tanto en su forma como en su fondo, que bien podría resumir el poema ‘Retótica”: «Joven poeta, / no la caves ya más / que así es la fosa.»

Los sonetos que aparecen en este volumen así lo aseveran, pero también la necesidad de expresar y expresarse a través de un lenguaje tan hondo como sencillo, donde la mirada en todo aquello que rodea el universo del poeta es capaz de ser trascendida: «… A vosotras os amo, mis discretas, / mis grises cazadoras solitarias / de inexplorados cielos y cunetas; // a vosotras por siempre, legendarias / fronteras de mis viajes y mis metas, / mis fieles carreteras secundarias.».



Aquí yace alguien cuyo nombre fue escrito en el agua

Tumba de John Keats


Una vez más el paso del tiempo y la muerte aparecen como ejes centrales de este poemario de David López Sandoval. Los recuerdos fluyen como un caudaloso río, en lo vivido se apoya el poeta para resurgir de las cenizas de la rutina y en comunión siempre con la naturaleza crear su propio universo, alejado de la estulticia y la mediocridad humanas. Su esencialidad humanística la hallamos en muchos de los versos que componen Cuenta atrás, distanciándose del mortecino espectáculo de lo vacuo y lo efímero, así escribe con un lenguaje llano y profundo al mismo tiempo: «…aunque queden pendientes demasiados deseos / para seguir creyendo que hay un plan infinito, / sin reglas ni esperanza, sin miedo a lo que ocurra, / por encima de todo procura ser feliz. / Feliz porque la lucha por llegar a la cima / basta para colmar el corazón del hombre.».

Autorretrato de Dora Carrington


También queda patente en el poema ‘Humaniora’, homenaje a Pepe Perona, quien fuera su ‘Maestro de Gramática’: «Te imagino sentado en un rincón / de la secreta gruta de las Náyades, / haciendo un inventario minucioso / de botines ganados con decencia, / como solo los héroes los ganan. // Pensando en esto te imagino ahora, / cuando ya está a punto de zarpar, / cuando todo se vuelve azul de pronto, / cuando nada se oye en nuestra isla, / cuando el mundo comienza a prepararse y se consuma el acto más humano.».

La visión de la muerte es, en consecuencia, visión de la vida, la una complementaria de la otra.

Es la muerte (‘el acto más humano’) que ronda por doquier, ¡tan bella y natural a los ojos del poeta!, en fulgurantes heptasílabos: «No temas a la muerte, / no te espante el letargo / que dicen que te aguarda /cuando cierras los ojos. / La muerte es el principio / de una larga andadura…// La ocasión de ver mundo, / un bello privilegio / que no has tenido en vida.».

La muerte como acto de vida, como lo entiende la filosofía sufí y afirma Adonis en su libro “Sufismo y surrealismo”, al decir: «Alcanzar la muerte, es decir, el más allá, es alcanzar la máxima felicidad, pues la felicidad comienza aquí y ahora. Y también la eternidad. El estado de unión es el paraíso antes del paraíso. La eternidad no es esperada, es vivida.  Por ello la muerte es un prolongado estado de unión, es el estado final, es decir, el retorno final al ser universal.», y como así también parece entenderlo López Sandoval. La visión de la muerte es, en consecuencia, visión de la vida, la una complementaria de la otra. Por ello el poeta escribe, refiriéndose a ella, la muerte, el ‘gran viaje’: «…Justo antes / de comenzar el viaje estoy seguro / de que veré la cara de mi madre.».

Con estas mimbres se ha elaborado esta cesta poética, una poesía de altura, genuina y abarcadora, una cuenta atrás que todos iremos cumpliendo, de la nada a lo absoluto, y viceversa: «…como el dios de la mugre y los gusanos, / el dios del holocausto y de la ruina, atrévete a quemar toda tu obra».

Cuenta atrás es, sin duda, un libro de poemas revelador, una obra rigurosa y diamantina, la del joven poeta maduro David López Sandoval, una voz que tiene aún mucho que decir y que así será, con toda seguridad, en próximas entregas. Estaremos atentos.

JOSÉ ANTONIO SANTANO | 24 junio 2019  

https://republicadelasletras.acescritores.com/2019/06/24/cuenta-atras/



Monte Fuji




ENTREVISTA A DAVID LÓPEZ SANDOVAL


Sin la muerte no habría ciencia, filosofía, arte, literatura y, en

 general, búsqueda de respuestas. La muerte es la gran pregunta.




BLOG PERSONAL DEL AUTOR

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