Comenzamos el nuevo curso con dos libros. Por un lado, continuamos con la tetralogía "Dos amigas", de la escritora italiana Elena Ferrante (o Anita Raja). Tras haber leído hace unos meses la primera novela de esta saga -"La amiga estupenda"-, el próximo miércoles 20 de septiembre compartiremos impresiones tras la lectura de la segunda entrega, "Un mal nombre".
"El baile de Madame Kalalú", del venezolano Juan Carlos Méndez Guédez, finalista del premio Mandarache 2018, será otra obra que comentaremos en la primera sesión del curso 2018-19.
"Un mal nombre es, ante todo, una novela de saga como las de antes, un cuadro costumbrista y realista que tampoco podríamos calificar de típicamente italiano, sino más bien profundamente napolitano, con todas las connotaciones culturales, sociales y geográficas que esto implica. Lenù y Lina, las dos amigas protagonistas cuya biografía aquí retratada abarca desde los dieciséis hasta los veinticuatro años, se mueven en el microcosmos asfixiante del barrio donde pugnan familias rivales, trabajadores con un bajo nivel de educación y mucha ambición por despuntar en el entorno local: los Solara, los Cappuccio, los Cerullo, los Carracci y los Serratore, por citar algunos de estos malos malísimos nombres (y hombres) a los que hace referencia el título.
Violencia, caciquismo, secretos y chismes, venganza, vínculos de sangre, el honor deshonrado, el dinero, la despiadada lucha por el ascenso social, los celos, la envidia, el adulterio y el machismo constituyen el tortuoso escenario alrededor del cual suceden los diferentes episodios dramáticos de esta novela:‘”Desde niñas habíamos visto a nuestros padres zurrar a nuestras madres. Nos habíamos criado pensando que un desconocido no debía rozarnos siquiera, pero que nuestro padre, nuestro novio y nuestro marido podían darnos bofetadas cuando quisieran, por amor, para educarnos, para reeducarnos”. La historia se articula sobre dos ejes bien contrastados; por un lado, el malogrado y precoz matrimonio de Lina (“su condición de esposa la encerró en una especie de urna de cristal, como un velero que navega a toda vela en un espacio inaccesible, incluso sin mar...”), y, por otro, el desarrollo intelectual y posterior despegue profesional de Lenù en Pisa (“Yo, Elena Greco, la hija del conserje, a los diecinueve años me disponía a salir del barrio, me disponía a dejar Nápoles. Sola”).
De hecho ésta última es quien narra en primera persona la historia de ambas, una historia de amistad que atraviesa todas las fases y cargada de la máxima intensidad, de emociones vacilantes entre la admiración y la repulsión, el amor y el odio, la compasión o el desprecio: “Era incapaz de entregarme a los sentimientos verdaderos. No sabía dejarme arrastrar más allá de los límites. No poseía la fuerza que había impulsado a Lila a hacer lo imposible... Ella tomaba posesión de las cosas, las quería de verdad, jugaba al todo o nada, y no temía el desprecio, el escarnio, los escupitajos...”. Diferentes y complementarias, una más racional y contenida, la otra más abierta a vivir su pasión sin medir las consecuencias, las dos viven encadenadas a “un pacto de insoportable amistad”.
Completan la trama más de cincuenta personajes secundarios que se cruzan en sus vidas, y de los cuales se ofrece un breve índice descriptivo al comienzo del libro. Elena Ferrante nos transporta con su prosa ligera y bien estructurada, su tono serio y tan ausente de tópicos como de elementos cómicos, a lo más tosco de las trastiendas napolitanas, a lo más bajo y mezquino de la condición humana, y solo en algunos momentos se acerca también a la redención por el esfuerzo, a la libertad y a la capacidad de superación."
Fuente: https://www.elimparcial.es/noticia/131062/los-lunes-de-el-imparcial/elena-ferrante:-un-mal-nombre.html
El escritor venezolano Juan Carlos Méndez Guédez vuelve a los universos femeninos que marcaron su infancia esta vez más profundamente, si cabe, pues su nueva novela, "El baile de madame Kalalú" (Editorial Siruela), se cuenta en primera persona, con voz de mujer, y a ritmo de salsa.
"El título tiene que ver con una canción de Rubén Blades y Willie Colón que bailaba mucho la gente de mi generación y que habla de una bruja; antes de saber qué libro escribiría, sabía que ese sería el título", explica el escritor en una entrevista con Efe, con motivo de su llegada a las librerías españolas.
'El baile de madame Kalalú' es cuento de hadas, telenovela y thriller con guiños de novela pastoril; al final, una mezcla", apunta divertido este barquisimetano, cuya vida, dice, también es resultado de "mezclar distintos discursos". "Es como el plato típico venezolano, la hallaca, una fusión de elementos europeos, africanos e indígenas, o eso tenemos aprendido. A los venezolanos nos gusta producir placeres que son la mezcla de muchas cosas, por eso quiero que el lector no sepa qué etiqueta ponerle, pero que la pase muy bien".
Autor de libros tan variados como "Arena negra", "Chulapos mambo" o las premiadas "Tal vez la lluvia" o "El libro de Esther", Méndez Guédez dio el salto al thriller político con su anterior novela, "Los maletines", aunque en este "El baile de madame Kalalú" une todo lo anterior, repite sentido del humor y añade como particularidad la voz íntegramente femenina.
"Emma es una mujer del siglo XXI, una guerrera que ha salido a conquistar el mundo y que se lleva por delante lo que haga falta, es una mujer como muchas que yo conozco", asegura este niño criado entre féminas, orgulloso de la "marca" que ellas le han dejado "para siempre". En la línea de sus otras publicaciones, este madrileño de adopción no pierde ocasión para resaltar a las grandes figuras de su país, en esta ocasión, artistas bastante invisibles en España pero idolatrados en Venezuela como Armando Reverón o Virgilio Trompiz, o la dominicana Rosa Tavares.
"Me gusta y me interesa el arte, pero como un espectador más; yo tuve que meterme en ella, en lo que investigaría una ladrona de arte, por eso -explica- la pasión por los cuadros es de ella, no mía. Como decía Vargas Llosa, hacer una novela es hacer un striptease al revés, y yo tuve que vestirla a ella".
Emma, que dice ser "fea, gorda y demasiado grande", aunque probablemente sea mentira, apunta Méndez Guédez, es una mujer camaleónica de veinte identidades diferentes, todas ellas sobre los cuarenta años, que lidera una banda de ladrones de joyas y obras de arte que acaba ingresada en un psiquiátrico acusada de tres asesinatos. Mientras trata de averiguar quién y cómo ha conseguido encerrarla, la presa confía los secretos de su insólita existencia a una monja pirómana que permanece en coma, incapaz de responder o siquiera registrar sus confesiones.
Igual de reconocible su prosa por su gran sentido del humor, que dentro de la negritud de la circunstancia -su interlocutora en el encierro es una monja anciana y en coma, incapaz de contestarle-, provoca carcajadas al lector, con sus comentarios ácidos sobre el matrimonio o la corrupción, e incluso contra los cantautores. Con referencias a Cervantes y a Shakespeare, y guiños a Calderón y Lope (nombre y apellido, respectivamente, de los dos ayudantes de Emma), Méndez Guédez introduce en este "El baile de Kalalú" informaciones relevantes sobre los misterios de las goyas acrósticas o el lenguaje de los cuerpos que se enredan en un danzón o un merengue.
Una mujer de baja extracción que recorre ciudades, museos y hoteles de cinco estrellas y que compara su modo de dirigir los golpes con el reparto de juego del futbolista Xavi Hernández: "Mira y mira antes de decidir en qué lugar de la cancha ocurrirá la magia".
"Ella tiene una visión muy irónica de la vida, es muy talentosa, muy inteligente, y se aprovecha de un mundo donde el poder está en manos de gente muy tonta", y en varias ocasiones se refiere a España, pero también a Venezuela: "Y eso tiene que ver con la novela picaresca, es la venganza del que ha estado en la periferia", aclara el escritor.
Se recomienda leer "El baile de madame Kalalú" con Rubén Blades de fondo. Es la única forma de entender a esta mujer que solo enloquece por el baile o cuando un hombre desprende olor a mandarinas...
Juan Carlos Méndez Guédez (Barquisimeto –Venezuela–, 1967) es autor de libros de cuentos como Ideogramas, Hasta luego, míster Salinger, Tan nítido en el recuerdo y La ciudad de arena. Como novelista ganó el premio Ciudad de Barbastro por Tal vez la lluvia. Su título Arena negra fue reconocido como libro del año en Venezuela en 2013. En este mismo género ha publicado también El baile de madame Kalalú (finalista del Premio Mandarache 2018), Los maletines, Chulapos mambo, Una tarde con campanas y Retrato de Abel con isla volcánica al fondo, entre otros.
También ha incursionado en la literatura juvenil con el libro Nueve mil kilómetros y tu abrazo y el cuento para niños El abuelo de Zulaimar, con el que obtuvo el reconocimiento «Los mejores de 2016», otorgado por el Banco del Libro a los mejores títulos de lengua española publicados en el mundo durante ese año.
Sus novelas y libros de cuentos son estudiados en universidades de Bélgica, Colombia, Estados Unidos, Francia, Puerto Rico, Suiza y Venezuela.
Es Doctor en literatura hispanoamericana por la Universidad de Salamanca.
Obras publicadas
Novela
La ola detenida. Harper & Collins Ibérica, Madrid, 2017. / Harper & Collins español, Nashville, 2018.
El baile de madame Kalalú. Siruela, Madrid, 2016. / Madera fina, Caracas, 2017.
Los maletines. Siruela, Madrid, 2014.
Arena negra. Lugar Común, Caracas, 2013 / Casa de Cartón, Madrid, 2013 / Casa de Cartón, Lima 2013.
Chulapos Mambo. Casa de Cartón, Madrid, 2011 / Lugar Común, Caracas, 2012.
Tal vez la lluvia. DVD, Barcelona, 2009.
Una tarde con campanas. Alianza, Madrid, 2004/ Equinoccio, Caracas, 2012/ Alianza, Madrid, 2015; Alianza, Madrid, 2018.
Árbol de luna. Lengua de trapo, Madrid, 2000.
El libro de Esther. Lengua de trapo, Madrid, 1999; Lugar común, Caracas, 2011.
Retrato de Abel con isla volcánica al fondo. Troya, Caracas, 1997.
Cuento
La noche y yo. Páginas de espuma, Madrid, 2016.
Ideogramas. Páginas de espuma, Madrid, 2012.
La bicicleta de Bruno. Ediciones B, Caracas, 2009.
Hasta luego, Míster Saliger. Páginas de espuma, Madrid, 2007.
Tan nítido en el recuerdo. Lengua de trapo, Madrid, 2001.
La ciudad de arena. Calembé, Cádiz, 2000.
Historias del edificio. Guaraira Repano, Caracas, 1994.
Novela corta
Veinte merengues de amor y una bachata desesperada. Madera fina, Caracas, 2016.
Literatura infantil y juvenil
El abuelo de Zulaimar. Oqo, Pontevedra, 2015.
Nueve mil kilómetros y tu abrazo. Ediciones B, Bogotá, 2006.
Ensayos
El barco en que viajas. Uney, San Felipe, 2007.
Palabras de agosto. Mucuglifo, Mérida, Venezuela, 1999.
La Resurrección de Scheerezade. Solar, Mérida, Venezuela, 1994).
Literatura de viajes
Y recuerda que te espero. Madera fina, Caracas, 2015.