Autor de varios libros, Pierre Rabhi desarrolla en Hacia la sobriedad feliz -traducido por la murciana Marisa Morata- sus ideas sobre la necesidad de un regreso a la sencillez en todos los ámbitos que permita volver a situar al hombre y a la naturaleza en el centro de los intereses humanos.
El libro propone en primer lugar una reflexión sobre lo que han supuesto la modernidad y el progreso. Más allá del discurso convencional de que el progreso ha liberado a la especie humana, Pierre Rabhi postula que la tecnología y el modo de vida que se ha fabricado en torno a esta han logrado, por el contrario, apartar al hombre de su verdadera naturaleza y hacerle infeliz.
Desde luego, la modernidad tuvo la ocasión de ser un hito positivo en la historia de la humanidad; pero lamentablemente desde la Revolución Industrial se puso al servicio del lucro, de las finanzas y de la avidez.
Desde luego, la modernidad tuvo la ocasión de ser un hito positivo en la historia de la humanidad; pero lamentablemente desde la Revolución Industrial se puso al servicio del lucro, de las finanzas y de la avidez.
De este modo, el hombre entró en lo que el autor denomina “la era del trabajo como razón de ser”. El ser humano fue arrancado de los ritmos y ciclos que marca la naturaleza y que, como ser natural, son los suyos; mientras era obligado a afanarse en el ritmo vertiginoso que el productivismo capitalista impone para beneficio de una minoría. Le fueron robadas así su identidad, su persona, reduciéndolo a una moderna condición de esclavitud en la que el ser humano solo debe realizarse mediante el trabajo y el consumo.
Aunque Hacia la sobriedad feliz no obvia —y de hecho señala—, los daños que el capitalismo causa a la naturaleza, destruyendo aquello que, no lo olvidemos, es patrimonio de todas, la obra se centra especialmente en la falta de espiritualidad que caracteriza a lo sociedad moderna. El ser humano, nos recuerda Rabhi, necesita de la espiritualidad, pero el sistema ha pretendido sustituirla por la religión del dios arbitrario de las finanzas, al que todo debe ser sacrificado.
Las ideas que recoge este libro, profundamente reflexivo, hablan de la recuperación de la escala humana que la modernidad ha arrasado; recuperar el arte de vivir frente a la economía, a la que Rabhi considera una ciencia cuya complejidad permite justificar el considerable espacio que se le otorga a lo superfluo.
Hay espacio también en el libro para valorar la presente crisis económica y los efectos de esta sobre la sociedad. Para Rabhi, y no es el primero en verlo, el sistema no se puede reparar por lo que resulta indispensable un cambio de paradigma. El nuevo modelo se asentaría sobre la sobriedad feliz:
Frente al «cada vez más» indefinido que arruina el planeta en beneficio de una minoría, la sobriedad es una elección consciente inspirada por la razón. Es un arte y una ética de vida, fuente de satisfacción y de bienestar profundo. Representa un posicionamiento político y un acto de resistencia en favor de la tierra, del reparto y de la igualdad.
Pierre Rabhi y el Lama Denys
(entrevista con subtítulos en castellano)
Sobre la posibilidad —e incluso la necesidad humana— de alcanzar esa satisfacción y ese bienestar profundo versa Hacia la sobriedad feliz. Pierre Rabhi basa sus reflexiones tanto en su propia experiencia vital como en las comprobaciones que su carrera profesional le han permitido hacer.
Y el resultado es un texto lúcido que nos invita a elegir el camino de la sobriedad voluntaria y nos recuerda que «no hay que minimizar en ningún caso la importancia y el poder de las pequeñas resoluciones que, lejos de ser anodinas, contribuyen a constituir el mundo al que cada vez más personas aspiramos.» Así es como Pierre Rabhi lo ve.
Fuente: www.solodelibros.es