domingo, 31 de mayo de 2015

IRÈNE NÉMIROVSKY


«¡Dios mío! ¿Qué me hace este país? Me rechaza y con ello -digámoslo fríamente- pierde
a mis ojos el honor y la vida. Y, ¿qué hacen los demás países? Los imperios caen. Nada importa. Observado desde un punto de vista místico o desde un punto de vista personal, todo es lo mismo. Mantengamos la cabeza fría. Hagamos de tripas corazón. Esperemos». 

Némirovsky dejó una de las primeras historias sobre la ocupación alemana de la historia. Una historia que no llegaría a terminar jamás; a pesar de haberse convertido al cristianismo, sus raíces judías la situaron en el punto de mira de los nazis. Fue una de sus hijas quien un día descubrió las palabras escritas por su madre que terminaron publicándose bajo el nombre de Suite francesa. Las leyes antisemitas impidieron que pudiera concluir su obra.

Irène Némirovsky nacía el 11 de febrero de 1903 en Kiev, Ucrania. Su padre era un banquero judío llamado Léon Némirovsky. Su madre, mujer hedonista y narcisista, estaba demasiado preocupada por su propia hermosura y por detener el paso del tiempo en su cuerpo. Irène reflejaría en alguno de sus relatos de manera indirecta el odio y rechazo que sintió siempre por aquella mujer que no dudaba en esconderla en los actos públicos o vestirla con atuendos de niña pequeña para que nadie pudiera deducir su propia edad. 

Irène creció en San Petersburgo y fue educada por una institutriz francesa de la que asumió su idioma como si fuera su lengua natal. Además del francés, Irène aprendió inglés, polaco, ruso, vasco, yiddish y finés, idioma con el que se toparía en la primera huida de su vida.

En 1918, la familia Némirovsky huyó de Rusia al estallar la revolución y se refugió durante un tiempo en Finlandia. En 1919 llegaban a Francia, país que se convertiría en su patria de adopción. Allí, Irène, que tenía entonces dieciséis años, pudo reemprender sus estudios, que terminó en la universidad de la Sorbona, licenci´ndose en Letras en 1926. 

Ese mismo año Irène contrajo matrimonio con el banquero Michel Epstein. De aquel matrimonio nacerían dos niñas, Denise y Elizabeth.

Su primera novela se publicó en 1929: David Golder. Temerosa de que su texto fuera rechazado, Irène lo envió de manera anónima a la editorial Grasset. Uno de los miembros de la editorial quedó tan impresionado por la calidad de la novela que se puso a buscar a su autor real, llegando a poner un anuncio en un periódico. Al descubrir que era una mujer quien había escrito una novela de tan alta calidad, la sorpresa fue doble. Empezaba entonces una carrera literaria exitosa para Irène. Sin embargo, no todo fue un camino de rosas. A pesar de llevar tiempo viviendo en Francia y de haberse convertido al catolicismo en 1939, le fue derogada la nacionalidad francesa por sus orígenes judíos.

Autorretrato de Felix Nussbaum (Osnabrück, 1904 - Auschwitz,1944)
La situación empeoró con la instauración del Gobierno pro nazi de Vichy, que en 1940 promulgó una serie de leyes antisemitas. Mientras su marido tuvo que abandonar su trabajo en el banco, ella sufría un veto definitivo a sus obras, que no pudieron seguirse publicando.

Viendo que la situación estaba lejos de mejorar, la pareja se unió a sus hijas en Issy-l'Évêque, donde se habían refugiado junto a su niñera. Allí permanecieron poco más de dos años, tiempo en el que Irène continuó escribiendo a pesar de saber que ya no podría publicar.

El sueño de la familia se truncó definitivamente el 13 de julio de 1942, cuando Irène fue detenida y trasladada al campo de Pithiviers. De nada le sirvió a ella ni a su marido haber renegado de su fe. Poco después fue deportada a Auschwitz, donde falleció de tifus el 17 de agosto de 1942. Pocos meses más tarde, su marido seguiría sus pasos y sería asesinado en la cámara de gas del mismo campo de exterminio.

Suite francesa.
Denise y Elizabeth permanecieron escondidas al amparo de su niñera, quien las ayudó a huir del país. En su difícil periplo, las pequeñas -que tenían entonces trece y siete años respectivamente- arrastraron consigo lo único que les quedaba de sus padres: un baúl repleto de recuerdos. Entre aquellos recuerdos encontraron años después escritos inéditos de su madre, que decidieron donar al Instituto de la Edición Contemporánea. Al repasar el contenido, Denise y Elizabeth descubrieron que las palabras de su madre eran el relato de la Francia ocupada, posiblemente la primera novela de ficción en la que se aludía a aquel tiempo. 

Los textos de Irène fueron finalmente publicados bajo el título Suite Francesa. Irène quería que su obra fuera como una suite, compuesta por cinco partes, de las que sólo pudo terminar dos. Suite Francesa, a pesar de estar inacabada, se ha publicado en varias ocasiones y supone un relato excepcional, no solo por su contenido, sino por la historia del mismo.

Tras la publicación en 2004 de Suite Francesa, se le concedió el Premio Renaudot, otorgado por primera vez a título póstumo. En 2015 se estrenó su adaptación cinematográfica, dirigida por Saul Dibb.


Obra publicada de Irène Nemirovsky

Los bienes de este mundo 2014 
El malentendido 2013 
Jezabel 2012  
El vino de la soledad 2011  
Nieve en otoño 2010  
El caso Kurílov 2010  
Un niño prodigio 2009 
El maestro de almas 2009  
El ardor de la sangre 2007  
Suite francesa 2004  
Los perros y los lobos 1940 (2011)  
El baile 1930  
David Golder 1929 (2006)  


miércoles, 13 de mayo de 2015

LA FIESTA DEL CHIVO (miércoles 13, 20h)


"Mario Vargas Llosa ha vuelto a la novela histórica, al análisis de las perversidades de las dictaduras (como ya hiciera en su magnífica Conversación en la Catedral) y en esta ocasión con el arte acumulado tras su ya extenso periplo novelesco. El resultado ha sido una novela espléndida, que habrá de situarse entre lo mejor que ha dado su innegable talento. 


En esta ocasión, pese a que el aparente protagonista es la figura del dictador dominicano general Leónidas Trujillo, el Generalísimo, el Jefe, el Chivo (como también se le calificó) y su entorno (su madre es la “excelsa matrona”) muestra una atención preferente hacia otro prohombre, que había permanecido junto al dictador más de treinta años, y que, tras su asesinato, con extrema habilidad, apoyándose en la Iglesia Católica y en los Estados Unidos, logró desmontar el sistema político familiar hasta conseguir el poder: Joaquín Balaguer. Tres vectores avanzan en el relato: el regreso de un personaje femenino, Urania, a su país tras su larga permanencia en los Estados Unidos, para visitar a su padre, prohombre que había caído en desgracia en los fines del trujillismo, físicamente inválido e incapaz de hablar, hacia el que manifiesta un odio que alcanzaremos a entender al final de la novela.


Es, en sus inicios, la anécdota más endeble, aunque ha de permitirle recuperar el mundo a los ojos adolescentes de los últimos años de la “Era Trujillo” y describir la intimidad del “monstruo”. El otro vector es el propio general hacia quien, en algunos instantes del relato, Vargas Llosa muestra un deje de admiración por la fortaleza de su carácter, por su rabiosa individualidad y carencia de escrúpulos, su extremada crueldad, sus dotes de observación y su natural concepción del poder omnímodo. Producía “esa parálisis, el adormecimiento de la voluntad, del raciocinio y del libre albedrío” sobre los dominicanos. 


El tercero lo ocupa el análisis del comportamiento de los conspiradores, pero cabe destacar el del general José René Román, cuyas vacilaciones han de llevar al pretendido golpe de estado al fracaso y a una atroz represión. Jefe máximo del Ejército, considerado por los conspiradores como un traidor, se muestra no sólo incapaz de cumplir con lo convenido, sino que actúa precisamente al revés. Acabará por ser él mismo la víctima peor tratada. La novela se sitúa en los años finales del régimen, ya aislado por la OEA, abandonado por los EE.UU., asfixiado económicamente.


Cabe decir que Vargas Llosa ha sabido combinar los elementos de modo que la acción se forma trepidante. Las páginas en las que se describe el comportamiento de cada uno de los conjurados, tras la tensa espera, el atentado y, en especial, las terribles torturas que se ejecutan bajo la dirección del hijo mayor -un perturbado mental- de Trujillo sobre los supervivientes, que, en algún caso duran hasta cuatro meses, son de las páginas más terribles que se han escrito sobre la crueldad y la degradación de la condición humana. No son recomendables para almas sensibles. 

Este último tercio de la novela, de intenso dramatismo, con rasgos de heroicidad de seres anónimos, que contrastan con la podredumbre moral que fue consolidando el sistema, deben situarse entre lo mejor del escritor hispano-peruano. Su capacidad para adentrarse en el interior del sistema y construir las voces de su esperpéntica realidad resulta sorprendente. Porque Vargas Llosa se ha documentado hasta la saciedad, ha buceado en la prensa, en la cultura popular, ha conversado con los supervivientes y ha procurado, además, transcribir los diálogos con los recursos léxicos locales de la época. Es ésta una novela de finalidad política que muestra, además, cómo un político inteligente y capaz de asumir un papel secundario, junto a Trujillo desde 1930, pese a su presidencia fantoche, pasa a convertirse finalmente en el hombre providencial para unos y otros. 

Trujillo es consciente de que Balaguer representa la zona positiva (si la hubiera habido) del régimen: “aquello que la política tiene de mejor”; a él, por el contrario, le reprocha, le ha correspondido la zona más oscura: la eliminación física de los posibles opositores, las crueldades irracionales, la organización de los cuerpos especiales, la defensa de las torturas generalizadas y desapariciones, que ejercerá un siniestro Abbes García. Las persecuciones alcanzan a familias enteras. 


Si Alejo Carpentier habló de “lo real maravilloso”, aplicado al Caribe; aquí se manifiesta también cuán extravagante y casi increíble puede parecer la realidad, como la perversa y brutal sexualidad del Jefe. Vargas Llosa ha sabido entrar en este cubil pestilente y descubrir entre los verdugos a un ser frío, maquiavélico, posiblemente conjurado también, Joaquín Balaguer, ejemplo del político paciente, amante solo del poder y del orden, amoral, quien cierra los ojos a la violencia del entorno y, gracias al control económico, camina hacia una seudodemocracia. No faltarán rasgos de generosidad, de amor, de historias humanas en este espléndido friso, donde el narrador utiliza el contrapunto, maneja el diálogo con maestría y describe el final de una “Era” en la República Dominicana: la decadencia de las familias y mansiones de los trujillistas, aunque los restos de sus corrupciones todavía, pese al tiempo transcurrido, no hayan desaparecido completamente. 

Joaquín Marco | El Cultural | 5 de marzo de 2000






lunes, 11 de mayo de 2015

MARIO VARGAS LLOSA







Jorge Mario Pedro Vargas Llosa nació en Arequipa, Perú, el 28 de marzo de 1936.  En 2010, nuestro autor, que también cuenta con la ciudadanía española, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, culminando así una larga lista de galardones y reconocimientos, entre los que destacan el Premio Cervantes y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. 

En 2012 ya leímos en el Club Dante una de sus primeras obras, La ciudad y los perros (1963). Este mes trataremos la publicada en 2000, La fiesta del Chivo.

Hijo único de  un matrimonio de origen criollo y mestizo de la población de Arequipa, sus padres se separaron pocos meses antes del nacimiento de Mario.  Siendo muy niño se traslada con la familia de su madre hasta Cochabamba (Bolivia). En 1945, la familia de Vargas Llosa regresa a Perú. En esta época, con diez años, Mario conoce a su padre por primera vez; un hombre autoritario y violento, con el que siempre mantendrá una situación difícil y conflictiva, y quien siempre verá en la vocación por las letras de su hijo una especie de debilidad de su personalidad.

Con solo catorce años, Mario Vargas LLosa se enfrentó a la férrea disciplina del Colegio Militar Leoncio Prado, encontrando refugio en la lectura y la escritura. Aquellos fueron años fructíferos, no solo en cuanto al aprendizaje y el ejercicio de la escritura, sino también debido a su pronta fascinación como lector ante las obras de maestros como Victor Hugo y Alejandro Dumas. Trece años más tarde, Vargas Llosa recreará el universo del Colegio Militar Leoncio Prado en su novela La ciudad y los perros, la obra que lo consagró como uno de los grandes de la literatura en español.

Muy pronto, al igual que su compañero de generación Gabriel García Márquez, Vargas Llosa encuentra en el periodismo una fuente de aprendizaje e inspiración. 1953 fue el año de su ingreso en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en la que cursa Literatura y Derecho. En sus aulas, Vargas Llosa se une a la política universitaria a través de Cahuide, designación clandestina del Partido Comunista Peruano. Poco después, Mario Vargas Llosa, que hoy defiende las ideas del liberalismo y sostiene puntos de vista conservadores, se distancia de los comunistas y se une al Partido Demócrata Cristiano.


En 1955, con solo 19 años, Mario Vargas Llosa contrae matrimonio con Julia Urquidi, diez años mayor que él y tía política por parte de madre. Este enlance despierta un sonoro rechazo en su familia y Vargas Llosa se ve obligado a simultanear hasta siete trabajos para poder mantener una vida en común, entre ellos el de bibliotecario, reportero e incluso registrador de tumbas en el Cementerio Presbítero Matías Maestro. Su contratación por parte de Radio Panamericana pone fin a esta época de penurias económicas, y Mario Vargas Llosa puede dedicarse de forma plena a la escritura. 

Años después se interesaría por Patricia, su sobrina. Así cerró su capítulo con Julia  en 1964 cuando firman el divorcio. Después de que el escritor publicó "La tía Julia y el escribidor", Julia contestó en 1983 con una texto titulado "Lo que Varguitas no dijo", hecho que molestó a Mario, pues ahí se narra la otra cara de la moneda. Se trata de un documento subjetivo, desde la perspectiva de una mujer abandonada, que se sintió engañada y agraviada.

Julia murió a los 84 años, el 13 de marzo de 2010.


La primera publicación de ficción de Vargas Llosa fue Los Jefes, en 1956. En el año 1960, viviendo en París, Mario Vargas Llosa  pasa un periodo de dificultad económica junto a su esposa, Julia, de la que se divorciara en 1964 para casarse con su prima Patricia Llosa. Fruto de este matrimonio nacerán Álvaro, Gonzalo y Morgana. En  aquellos años de estrecheces termina su primera gran obra maestra, La ciudad y los perros, que es leída por el editor Carlos Barral. En 1963, la obra es galardonada con el Premio Biblioteca Breve y es publicada por la editorial Seix Barral. A partir de entonces, es la agente literaria Carmen Balcells quien se hace cargo de su destino, aportándole un sustento estable mientras termina de escribir su otra gran obra maestra, Conversación en la Catedral.











Para Vargas Llosa no existe ningún género literario que se le resista, habiendo publicado ensayos, novelas de distintos géneros, obras teatrales,  y numerosísimos reportajes y artículos periodísticos.

Entre sus novelas más destacadas, también se encuentran La guerra del fin del mundo, Pantaleón y las visitadoras, La casa verde, Historia de Maya o La fiesta del Chivo. El escritor peruano podría ser considerado el escritor más completo de la generación del Boom latinoamericano, ayudando a definir el carácter, el estilo y el espíritu de este grupo de autores, e innovando en los planteamientos estilísticos y narrativos de sus obras.

En un autor tan prolífico como Vargas Llosa es difícil encontrar un tema central, pero si algo representa el eje de su narrativa es el análisis del pasado partiendo de estructuras humanas y sociales, como ocurre en La ciudad y los perros, La casa verde o La fiesta del Chivo. Además, aunque muchas de sus obras tienen al Perú como telón de fondo, sus numerosas estadías en Francia, España, Suiza o Londres lo convierten en el más europeo de los autores del boom latinoamericano. 

Entre sus principales influencias literarias se encuentran Flaubert (como ejemplo de escritor vocacional, que utiliza la realidad como fuente inagotable de recursos y situaciones para su obra), William Faulkner (del que toma no solo el ambiente y el caracter de los personajes, sino también la técnica del multiperspectivismo) y Gabriel García Márquez, a cuya obra dedicó su tesis doctoral, más tarde publicada con el título de García Márquez, Historia de un deicidio.

Quien quiera (re)visitar la obra que ya tratamos en junio de 2014, Madame Bovary, lo hará de forma enriquecedora leyendo el ensayo de Vargas Llosa La orgía perpetua: Flaubert y Madame Bovary



Su última novela, publicada en 2013


En paralelo a su biografía literaria, Mario Vargas Llosa ha llevado una intensa vida política en Perú. Aunque en la década de los sesenta y setenta  defendió diversas causas políticas a través de sus tribunas en la prensa, es en los ochenta cuando su participación en la vida política del Perú se acentúa, moderando sus posturas izquierdistas de juventud y abogando por un liberalismo de corte democrático y europeo.  Fue en 1987, ante los intentos del entonces presidente peruano Allan García de nacionalizar la banca, cuando Vargas Llosa funda el movimiento Libertad y se alza como candidato a la presidencia del Perú. Vargas Llosa fue derrotado en la segunda vuelta por Alberto Fujimori, iniciándose así uno de los periodos más óscuros de la vida de Perú. En las elecciones de abril de 2011, Mario Vargas Llosa apoyó la candidatura de Ollanta Humala frente a la de Keiko Fujimori, que hubiese supuesto el regreso del clan de los Fujimori a la primera linea de la vida política en Perú.


Algunas de las novelas más destacadas de Mario Vargas Llosa:


Los jefes (1959)
 La ciudad y los perros (1962) 
 La casa verde (1966)
 Los cachorros (1967)
 Conversación en la catedral (1969)
 Pantaleón y las visitadoras (1973)
 La tía Julia y el escribidor (1977)
 La guerra del fin del mundo (1981)
 ¿Quién mató a Palomino Moreno? (1986)
 Historia de Mayta (1984) 
 Elogio de la madastra (1988)
  Los cuadernos de don Rigoberto (1997)
La Fiesta del Chivo (2000)
El paraíso en la otra esquina (2003)
Travesuras de la niña mala (2006)
El sueño del celta (2010)
El héroe discreto (2013)