miércoles, 17 de octubre de 2012

FAHRENHEIT 451

A pesar de tratarse de una novela con más de cuarenta años de antigüedad, nos puede parecer una obra plenamente actual, más incluso, que en el momento en que se publicó por vez primera, en 1953 Sus páginas nos transportan a un futuro en el que los libros son prohibidos.

Resistiéndose a un Estado totalitario que quema todos los libros, un grupo de rebeldes memoriza trabajos enteros de literatura y filosofía. La narración transcurre en una ciudad ficticia, donde el Estado infunde en sus ciudadanos la creencia de estar viviendo bajo un régimen que busca su felicidad, manteniéndolos en la ignorancia, y haciéndoles olvidar el acerbo cultural que se había logrado acumular a través de los siglos. Esto, era logrado mediante el bombardeo continuo de información errónea que incitaba al consumismo y a la violencia; y, especialmente, en la prohibición de poseer libros ó conocimientos que permitiera al individuo pensar por sí mismo, cuestionar, tomar decisiones e impulsarlo a una acción individual y colectiva.

Montag, protagonista de esta inmortal historia, es un bombero. Miembro de una curiosa versión de la Gestapo o la KGB. Pero, a pesar de la propaganda con que se bombardea constantemente a la población, a pesar del sutil pero continuo lavado de cerebro a que es sometida la gente por medio de la televisión, Montag se hace preguntas y alberga en lo más íntimo de su ser terribles dudas sobre esa sociedad, aparentemente feliz, a la que sirve. Un día, durante un servicio, sin saber muy bien por qué, coge uno de los libros que debía destruir y lo oculta bajo sus ropas. Ese gesto marcará su vida para siempre. Porque desde el momento en que comience a leer, furtivamente, con miedo, pero cada vez con más ansia, Montag ya no volverá a ser el mismo.


Bradbury escribió esta novela cuando la televisión estaba en plena etapa de expansión
Las cuestiones que plantea esta obra las empezamos a ver en nuestra sociedad. La influencia de  algunos medios de comunicación, en especial la televisión, que trabajan incansablemente para adormecer la conciencia ciudadana.
Aunque ya entonces se alzaron algunas voces advirtiendo de lo que podría ocurrir si el entretenimiento televisivo sustituía progresivamente a la lectura, nadie se tomó realmente en serio tales predicciones. Tal vez fuera eso lo que impulsó al autor, a escribir este libro tan apasionante como premonitorio.

Ray Bradbury



Ray Bradbury nació el 22 de agosto de 1920 en Waukegan, Illinois. Hijo de Leonard Spaulding Bradbury y de Esther Moberg, inmigrante sueca. Su familia tras varios cambios desde su lugar de origen se establece finalmente en Los Ángeles en 1934. Bradbury se graduó en una escuela secundaria de Los Angeles en 1938.

 Aunque su educación formal acabó allí, él no se resigno y continuó su formación autodidacta, pasándose las noches en las bibliotecas y escribiendo durante el día. Sin olvidar la subsistencia que resolvió vendiendo periódicos en las esquinas de Los Angeles, en un periodo de tiempo que fue desde 1938 a 1942. La primera historia que Bradbury publicó fue "el Dilema de Hollerbochen," aparecida en 1938 en una revista amateur y es en 1940 cuando comienza a sacar rédito a su trabajo como escritor, publicando en revistas. Se estableció en California, donde continuó su producción hasta su muerte.



Bradbury fue uno de los escritores más famosos de nuestro tiempo. Sus obras innovadoras incluyen “Fahrenheit 451”, “Crónicas marcianas”, “El hombre ilustrado”, “Dandelion Wine”, y “Something Wicked This Way Comes.”




También trabajó como guionista en numerosas películas y series de televisión, entre las que cabe destacar su colaboración con John Huston en la adaptación de Moby Dick para la película homónima que éste dirigió en 1956.



Una de sus mejores obras “Fahrenheit451”fue llevada al cine en 1966 por el director François Truffaut,



Fue nominado para un premio de la academia y ganó un Emmy por su adaptación para televisión de “El árbol de Halloween”



Murió el 5 de junio de 2012 a la edad de 91 años en Los Ángeles, California. A petición suya, su lápida funeraria, en el Cementerio Westwood Village Memorial Park, lleva el epitafio: «Autor de Fahrenheit 451»



Se consideraba a sí mismo «un narrador de cuentos con propósitos morales».



Sus obras a menudo producen en el lector una angustia metafísica, desconcertante, dado que reflejan su convicción de que el destino de la humanidad es «recorrer espacios infinitos y padecer sufrimientos agobiadores para concluir vencido, contemplando el fin de la eternidad».



Si bien a Bradbury se le conoce como escritor de ciencia ficción, él mismo declaró que no era escritor de ciencia ficción sino de fantasía y que su única novela de ciencia ficción es "Fahrenheit 451".




En mis obras no he tratado de hacer predicciones acerca del futuro, sino avisos. Es curioso, en mi país cada vez que surgía un problema de censura salía a relucir como paradigma de la libertad Farenheit 451. Los intelectuales, ya sean de derechas o de izquierdas, siempre tienen miedo a lo fantástico porque les parece tan real ese mundo que cree que estás intentando engañar y, evidentemente, así es. (…) Vivimos en un mundo que nos absorbe con sus normas, con sus reglas y la burocracia, que no sirve para nada. Hay que tener mucho cuidado con los intelectuales y los psicólogos, que te intentan decir lo que tienes que leer y lo que no».








jueves, 4 de octubre de 2012

LOS DETECTIVES SALVAJES


Todo el tejido narrativo crea una atmósfera de vaguedad, de falta de certeza. El itinerario de la historia está marcado por voces, tiempos y espacios bien determinados que, no obstante y paradójicamente, construyen una estética de la imprecisión. Los personajes de Ulises Lima y Arturo Belano se dibujan y se desdibujan en otras voces, la historia está abierta y el lector no puede saberlo todo ni lo sabrá. El deseo insatisfecho, el otro inalcanzable, la quimera de conocer. Bolaño plasma así la incertidumbre que define esta época, la certeza de la no existencia de una verdad ni de un absoluto, la sospecha o la certidumbre de tomar por cierto lo falso y viceversa.

La novela narra la historia de dos búsquedas, la de Cesárea Tinajero, fundadora del realvisceralisamo y la de Lima y Belano, desaparecidos tras marchar en busca de Tinajero. Los dos poetas son los detectives salvajes de la primera parte (1975-1976), dividida a su vez en dos partes al principio y al final de la novela, el movimiento realvisceralista y la búsqueda de la poetisa olvidada, narrado por un joven poeta que a su vez desaparece de la narración. La segunda parte de la novela, que constituye el cuerpo central de ésta, es una búsqueda literaria en la que los detectives son los propios lectores que deben descubrir las incógnitas planteadas en la primera parte: ¿Quién es Cesárea Tinajero?, ¿dónde fue a parar la voz de García Madero, el poeta narrador de la primera parte?, ¿qué encontraron Belano y Lima en el desierto de Sonora para emprender una huida hacia ninguna parte, para convertirse en exiliados de sí mismos?
 Poco a  poco el lector comprende que estas incógnitas no las resolverá, por lo cual deja de preocuparse de ellas, pero la pluma de Bolaño, casi imperceptiblemente, va introduciendo detalles que recuerdan al lector su “deber” de seguir indagando.
Las dos desapariciones que motivan su búsqueda, no son más que el pretexto que todo buen viajero literario necesita. En el fondo no importa ni el origen ni  el destino del viaje, sólo éste.

 
ROBERTO BOLAÑO
Roberto Bolaño Ávalos  nace en Santiago de Chile en 1953 hijo del transportista León Bolaño y de la profesora  Victoria Ávalos.
Pasó su infancia y adolescencia en su Chile natal, hasta que a los quince años se traslada a México con su familia. Allí continuaría sus estudios hasta abandonarlos un par de años más tarde.
 Mal estudiante, era sin embargo un asiduo lector que frecuentaba la biblioteca de la capital mexicana. Fue en Ciudad de México donde, además de realizar otros oficios, empezó a gestarse su carrera literaria. También los escenarios de  de sus libros más famosos, “Los detectives salvajes” y “2666”  los encontramos en México D.F. y  Ciudad Juárez.
En 1973 quiso apoyar el proceso de reforma  socialista de Salvador Allende y viajó a Chile donde llegó pocos días antes del Golpe de Estado del 11 de septiembre; al poco tiempo fue detenido y liberado una semana después con la ayuda de dos compañero del liceo,  que se encontraban entre la policía que debía custodiarlo. Esta experiencia pudo haberle inspirado su cuento “Detectives” incluido en “Llamadas telefónicas“, su primer libro  de cuentos.
Ya de regreso en México, junto a sus  amigos, los poetas, Mario Santiago Papasquiero y  Bruno Montané  funda el movimiento Infrarrealista que nace  para ser vanguardia y oposición, enfrentándose con el movimiento dominante de la poesía mexicana encabezada por Octavio Paz, a cuyos discípulos consideraban clones ya que no innovaban por encima del maestro.  

En 1975 se publicaron  sus primeros trabajos, reunidos en la antología poética “Poetas infrarrealistas mexicanos”. Sin embargo, “hastiado de lo literario”, abandonó México y partió primero para El Salvador, donde conoció al poeta Roque Dalton, y posteriormente a Europa. Tras viajar por varios países europeos y por el continente africano, finalmente decidió establecerse en Barcelona.
No fue una época fácil; estaba solo, sin papeles, tenía dificultades económicas… Tubo múltiples oficios (fue lavaplatos, camarero, vigilante nocturno, basurero, descargador de barcos, vendimiador...) hasta que pudo mantenerse mediante su participación en certámenes literarios. Todas estas experiencias las convertiría, más adelante, en materia de su ficción.
Es en 1980  cuando se trasladara a Gerona, donde  conocerá a su futura compañera, a la que cuatro años más tarde invitará a compartir su vida espartana.
Trabajó con las vanguardias poéticas en un proceso de maduración literaria que fue llevándolo, poco a poco, a la narrativa.
En el 1984  publica su primera novela “Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce”, escrita en colaboración  con el catalán A.G.Porta y ganadora del  Premio Ámbito Literario. En este mismo año resulta ganador del Premio Félix Urabayen por su novela “La senda de los elefantes.    
. En 1992 se entera de la enfermedad que lo aqueja, y con la que cargaría por poco más de una década.[
A finales de los 90 la suerte empezó a estar de su lado: “Los detectives salvajes” (1999) obtuvo el premio Herralde  y el  Rómulo Gallegos, considerado el Nobel de Latinoamérica, que alguna vez consiguieron García  Márquez y Vargas Llosa
 Vieron la luz “Los perros románticos”, un recopilatorio de la obra poética creada entre 1977 y 1990, y la novela “La pista de hielo”.
En 1996 presentó “La literatura nazi en América “y  “Estrella distante,”
En 1997 la compilación de cuentos” Llamadas telefónicas”, que le valió el premio Municipal de Santiago de Chile, el más importante en su país.
Su última obra “2666”, fue escrita mientras a Bolaño le quedaba cada vez menos tiempo de vida. Y fue publicada en 2004 de forma póstuma, ya que el escritor chileno había fallecido el 14 de Julio de 2003.

Tras su muerte la obra de Bolaño ha sido estudiada en profundidad y ha recibido el elogio unánime de la crítica.

NUEVO CURSO PARA EL CLUB DE LECTURA. Deseamos a nuestros lectores que la programación para este año sea fructífera.