viernes, 12 de septiembre de 2014

LA NOCHE DEL DECRETO de michel del Castillo (Próximo encuentro 17 deseptiembre,20h.)



LA CONFUSIÓN DE LA CULPA

“No hay, te repito,  un afán más vivo en el hombre que encontrar en quien delegar la libertad de que nace dotada tan miserable criatura.

Sin embargo, para  obtener la ofrenda de la libertad de los

 hombre, hay que darle la paz de la conciencia.

(El gran Inquisidor. Feodor Donstoivski)

“La noche del decreto” está ambientada en 1975, año de la muerte de Franco. 
Unas primera impresión nos llevaría a creer que estamos ante una novela policiaca, ya que sus principales protagonistas son dos policías; un joven inspector, Santiago  Laredo, y un veterano comisario, Avelino Pared. Pero  al introducirnos en su lectura no tardamos en comprender que es mucho más que eso.

Como escenario de fondo, encontramos una España que está  viviendo  la agonía y muerte  del dictador, el Generalísimo  Francisco  Franco.  La España del cambio, la de  los nuevos ricos que forman parte de la amnesia colectiva y que a la vez descubren una  antigua pasión por la democracia. Es en este escenario donde Santiago Laredo investiga al hombre que será su superior en su  nuevo destino.


 En este funcionario franquista  va descubriendo los resquicios más íntimos de un alma perdida desde su infancia. Un ser desconcertante cuya personalidad atrae tanto como destruye y cuyo pensamiento y obra se basa en la creencia absoluta e indiscutible en el orden. Un orden proveniente de la lógica ejecutora de un inquisidor, de alguien que se hizo policía para implantar ese orden.


Esta obra  publicada  en España en 1982, fue merecedora del prestigioso premio Renaudot en 1981.

MICHEL DEL CASTILLO

Nació en Madrid el  3 de agosto de 1933, hijo de un rico terrateniente francés y de una noble española comprometida con el Frente Popular. Su padre Michel Janicot abandonó a su madre en 1935 tras haberse convencido de su infidelidad  y no se ocupó más de su hijo. Su madre fue encarcelada de 1936 a 1937, periodo durante el cual el joven Michel la visitó acompañado de su abuela. Madre e hijo abandonaron España en 1939 para reunirse con Michel Janicot, quien les ayudó financieramente pero rehusó volver con su antigua esposa. Algunas fuentes apuntan a que pudo ser el padre de Michel el que, durante la Segunda Guerra Mundial, internara a su madre junto al niño  en el campo de Rieucros (Mende) . Este campo de refugiados políticos fue descrito por el escritor en su primera novela, Tanguy. Tras evadirse de este lugar, el niño es internado en un campo de exterminio nazi en Alemania de 1942 a 1945.




 Repatriado a España, Michel del Castillo es llevado a un centro de reeducación, el Asilo Durán de Barcelona, un hospicio para huérfanos republicanos donde pasa cuatro duros años y del que se evade en 1949.  Es acogido en un colegio jesuita de Úbeda, donde pasó algún tiempo como interno. Allí conoce al  padre Mariano Prados ("Pardo" en Tanguy) con quien  descubre la literatura.

En 1950 viaja a Sitges (Barcelona)  para trabajar como obrero de una cementera, pero su tío Stéphane y su mujer Rita lo acogen y se convierten en sus "verdaderos padres". A partir de 1955 estudia ciencias políticas y psicología antes de consagrarse a la literatura. Este último año se reencuentra por azar en París con su madre y se da cuenta de que ella no ha intentado buscarlo, hecho que aumentará su sentimiento de niño abandonado

En el 1957 escribe su novela   “Tanguy” con la que inicia su brillante carrera como escritor.  En ella narra los terribles años de su infancia en España, Francia y Alemania.

De su estancia en España es  la ciudad de Huesca la  que queda grabada en su menoria y  se  verá  reflejada en el escenario de sus obras: “El tiovivo español”, “La noche del decreto” y “El crimen de los padres”, publicadas en Francia en 1977, 1981 y 1993 respectivamente y de las que existen posteriores ediciones en castellano.


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