martes, 6 de septiembre de 2011

LECTURA DEL MES: "El amor en los tiempos del cólera", de Gabriel Gª Márquez








"El amor en los tiempos del cólera" es una novela de amor de Gabriel García Márquez, Premio Nobel en 1982, publicada en 1985. Es, principalmente, un compendio acerca del amor y sus múltiples variantes, un estudio sobre el paso del tiempo que destruye y reconstruye almas y ciudades, sobre la memoria y sus infinitos laberintos.


La trama se desarrolla en Centroamérica a principios de siglo, época en la cual, según el narrador, los signos del enamoramiento podían ser confundidos con los síntomas del cólera. Al igual que el caudaloso Magdalena, a cuyas orillas se desarrolla, la historia serpentea y fluye, rítmica y pausada, y prosa abajo va narrando a través de más de sesenta años la vida de los personajes principales, Fermina Daza, Florentino Ariza y el doctor Juvenal Urbino de la Calle. Y poco a poco, este escenario y estos personajes, como una mezcla tropical de plantas y arcillas que la mano del autor modela y fantasea, van desembocando en los terrenos del mito y la leyenda, acercándose a un oscilante y tenue final feliz.




Como han señalado lectores y críticos, la temática es profunda, rica, realista y conmovedora. García Márquez hace hincapié en cuestiones trascendentales en la vida del hombre, tales como la familia, la amistad, el amor en las diferentes etapas de la vida, la fidelidad, la convivencia conyugal, y la muerte, apelando para ello a un recurso ampliamente descriptivo.





Mediante un lenguaje lleno de riqueza y versatilidad, el escritor colombiano narra el esquema complejo, verosímil y esperanzado de un mundo que se asemeja, más de lo que nosotros pensamos, al mundo en que vivimos. De esta manera nos demuestra una vez más que la vida no es otra cosa que el trabajo interminable para el que los seres humanos fuimos creados.



No es sencillo analizar un amor que, a pesar de ser contrariado, se basa desde una de las partes en un juramento de amor y fidelidad lo suficientemente fuerte como para conservarse intacto durante toda una vida. Tal es el caso de Florentino Ariza.



En cambio, para Fermina Daza, el amor nació de la simple curiosidad.







lunes, 5 de septiembre de 2011

GABRIEL Gª MÁRQUEZ





"Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez."


Gabriel José García Márquez nació en Aracataca (Colombia) en 1927. Criado por sus abuelos, "Gabo" cursó estudios secundarios en San José a partir de 1940, y finalizó su bachillerato en el Colegio Liceo de Zipaquirá en 1946. Con veinte años se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cartagena, aunque sin mostrar excesivo interés por los estudios. Comienza a colaborar con el periódico “El Espectador”, de Bogotá.


Más tarde residirá en Francia, México y España. En Italia fue alumno del Centro Experimental de Cinematografía. Desde 1953 colabora en el periódico de Barranquilla "El Universal", y en "El Heraldo": sus columnas revelan una constante preocupación expresiva y una acendrada vocación de estilo que refleja, como él mismo confesará, la influencia de las greguerías de Ramón Gómez de la Serna. Su carrera de escritor comenzará en 1955 con una novela corta, "La hojarasca", que evidencia la fuerte influencia del escritor norteamericano William Faulkner.

En 1961 publicó "El coronel no tiene quien le escriba", relato en que aparecen ya los temas recurrentes y cuyo estilo -lacónico, áspero y breve- produce un gran resultado. En 1962 reúne algunos de sus cuentos -ocho en total- bajo el título de "Los funerales de Mamá Grande", y publica su novela "La mala hora".

Pero toda la obra anterior a "Cien años de soledad" es sólo un acercamiento al proyecto global y mucho más ambicioso que constituirá justamente esa gran novela, una obra considerada maestra, donde edifica y da vida al pueblo mítico de Macondo y a la legandaria estirpe de los Buendía: lo mágico y lo cotidiano comparten una misma realidad. Es a partir de esta obra cuando se le considera uno de los padres del “realismo mágico” y protagonista, junto a Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa y otros, del fenómeno literario y editorial denominado “boom latinoamericano”.

Tras este libro, el autor publicó, entre otras, la que, según él mismo ha expresado, resultaría su novela preferida: "El otoño del patriarca” (1975), una historia turbia y cargada de tintes visionarios acerca del absurdo periplo de un dictador solitario y grotesco. Algo más tarde publicaría el volumen de cuentos "La increíble historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada" (1977), y "Crónica de una muerte anunciada" (1981), novela breve basada en un suceso real de amor y venganza que adquiere dimensiones de leyenda. Recibe el premio Nobel de Literatura un año después, en 1982.

Su siguiente gran obra, "El amor en los tiempos del cólera", se publicó en 1985: una originalísima y gran novela de amor que revela un profundo conocimiento del corazón humano. Pero esta obra es mucho más que eso debido a la multitud de episodios que se entretejen con la historia central, y en los que brilla la imaginación del autor. Ese mismo año escribirá un texto teatral, “Diatriba de amor contra un hombre sentado”. En 1989 recupera el tema del dictador latinoamericano en "El general en su laberinto”, y compone un libro con algunos relatos dispersos bajo el título "Doce cuentos peregrinos" (1992).

Nuevamente podemos apreciar la conjunción de la novela amorosa con el reportaje: así en "Del amor y otros demonios" (1994) y "Noticia de un secuestro" (1997). “Gabo” ha publicado también libros de crónicas, guiones cinematográficos y varios volúmenes de recopilación de sus artículos periodísticos: "Textos costeños", "Entre cachacos", "Europa y América" y "Notas de prensa".



En 2002 publicó su autobiografía, "Vivir para contarla". Otro libro de carácter autobiográfico vería la luz dos años más tarde: "Memoria de mis putas tristes". En 2010, nuestro autor reunió un conjunto de conferencias impartidas por él en distintas épocas en la que es su última obra, "Yo no vengo a dar un discurso", en cuyas páginas puede leerse:


"Yo comencé a ser escritor en la misma forma que me subí a este estrado: a la fuerza. “