viernes, 3 de diciembre de 2010

LECTURA DEL MES: “El viaje”, de Edmond Baudoin



El viaje es… un disfrute con mayúsculas: una experiencia visual y un ejercicio introspectivo. Un viaje compartido entre su personaje, su autor, Edmond Baudoin, y nosotros, los lectores.


Simon, el protagonista, como le sucedíió a Baudoin en los años 60, es un triunfador social abocado al fracaso personal, un hombre esclavo de su entorno, de su trabajo, de su geografía más inmediata. Un día, Simon –también Baudoin- decide huir, romper los barrotes de su prisión física y mental, abrir su mente a nuevos parajes y gentes por conocer, enfocar su existencia hacia nuevas formas de entender la experiencia vital. Simon, al igual que Baudoin, escapa sin rumbo fijo, se aleja de su París, una ciudad que para él está muy lejos de las ensoñaciones mágicas de la mítica y bohemia ciudad del amor. Un París que podría ser Madrid, Tokio o Nueva York, daría igual, porque Simon no se aleja de una ciudad sino de sí mismo.


El dibujo de Baudoin más que representar, sugiere. Su trazo, etéreo, abierto y libre, encierra símbolos e insinuaciones que se mueven en el territorio de la lírica, más que en el de la narración. Las pinceladas del francés ofrecen una visión expresionista (¡omnipresente la influencia de Munch!) de la realidad física transformada en un viaje iniciático hacia el futuro. Con El viaje vivimos una sensación familiar de déjà-vú: la obra de arte, una vez más, se configura en un estado de ánimo y el lector intuye en ella su propia experiencia, la de esa huida hacia adelante que es la existencia. Porque este cómic canta a todo lo que de verdad importa en nuestro periplo vital: a la libertad, al amor, a la amistad y a cada uno de nosotros mismos.

Edmond Baudoin, dibujante de sueños.



Edmond Baudoin nace en Niza, en 1942. Tras estudiar en la escuela de Artes Decorativas en la adolescencia, ejerce como contable antes de volver al dibujo en 1971.En 1992 y 1997 ganó el premio Alph’Art al mejor guión del Salón Internacional del Cómic de Argoulême, 1997, con El viaje, una secuencia de viñetas que nos hablan de su emancipación cuando decidió dejar su empleo de contable para dedicarse a su vocación verdadera. Piero le valió el premio al mejor álbum en el festival de Sierre de 1998. Aunque el estilo de dibujo libre y la original construcción de sus obras puedan parecer desconcertantes, basta con leer las historietas de Edmond Baudoin para entrar en su universo. En ellas cuenta su infancia en la posguerra, cuando pasaba la mayor parte de su tiempo dibujando con su hermano, Piero. Nos habla de su madre en Éloge de la poussière. De su encuentro con Fred Vargas, una creadora de éxito internacional que escribe novela negra, surge Los cuatro ríos, un diálogo permanente entre la novelista y el dibujante, aportando cada uno la riqueza de su propio medio de expresión. En Arlerí, nuestro autor rememora, a través de la conversación entre un viejo pintor y su modelo, todo lo que sabe del amor y, más concretamente, sobre la relación de los hombres y las mujeres, el sentimiento amoroso y el amor físico. En su más de cincuenta obras –en solitario o colaborando con distintos autores- Edmond Baudoin celebra el arte, con referencias a la pintura; ilustra la vida, abordando temas universales como la esperanza, los encuentros, los viajes, el amor… partiendo de su experiencia personal.