miércoles, 16 de junio de 2021
lunes, 14 de junio de 2021
"Purga" | Sofi Oksanen | miércoles 16 de junio | 20 h
Supongo que, como se dice, la verdad está siempre en los detalles, y como ha dicho un colega finlandés: si quieres escribir sobre sexo para que no parezca pornografía tienes que ahondar en los detalles. Y es así tanto para el sexo como para la violencia. No me gusta distanciarme. Me gusta que el lector entre en la historia a través de información visual, auditiva; de cómo se sienten las cosas desde el punto de vista material, no olvidar los aspectos sensuales.
Cuando empecé no sabía que iba a escribir sobre tráfico de personas. Sí sabía que quería hablar sobre la violación como un crimen de guerra. Descubrí que esas víctimas de diferentes lugares y orígenes religiosos tenían experiencias parecidas. Supe que las víctimas de tráfico de personas tenían las mismas reacciones traumáticas que las de la violación en la guerra. Debía mostrar que incluso la llegada de la libertad no había sido igual para todos.
Sofi Oksanen.
Purga nació, en principio, como una obra de teatro. Sin embargo, en algún punto su autora decidió cambiar el formato en que se cuenta la historia y novelarla. Y resultó una decisión enormemente exitosa: la obra se cubrió de premios, y ella obtuvo reconocimiento internacional.
Y quizás Sofi Oksanen estaba en la mejor posición posible para contarnos precisamente esta historia, la de dos mujeres de distintas edades que se encuentran en Estonia, ambas arrastrando un horror consigo. Aliide, la más vieja, habiendo llevado una vida que fue un ejercicio de supervivencia al interior de la dictadura soviética, soportando el espionaje perpetuo, a una máquina que puede costarle la cárcel, el oprobio o la muerte a quien diga las palabras equivocadas en un mal momento, y ante la cual la propia Aliide tomó decisiones difíciles, y a veces horribles. Y Zara, la más joven, una estonia del fin del régimen, de una época que empieza a enterarse de las cosas lindas y caras que se venden en los países capitalistas, que desea mejorar su standard de vida, y que buscará progresar trabajando de camarera en Alemania, pero terminará cayendo en el infierno de la mafia de trata de mujeres.
De este modo, la novela es una ventana abierta a ambas realidades, la de la Estonia soviética y hermética a Occidente, y la de la Estonia abierta al mundo, aún sin saber muy bien qué hacer en un régimen democrático, demasiado acostumbrada a respetar jerarquías y obedecer instrucciones.
Y la autora, una finesa con ascendencia estonia, que viajaba a ver a sus abuelos en la granja colectivista todos los veranos, y conoció de primera mano la experiencia de enviar cartas cifradas, para evitar la censura, o de luchar para conseguir una llamada telefónica que de todas formas estaba intervenida. O la vida en un país en el que productos que nosotros consideramos normales eran artículos de lujo, como las pantimedias. Y, al mismo tiempo, los peligros de nuestra sociedad egoísta y materialista, donde las personas gozan de total libertad, incluso la de convertirse en una mercancía, o convertir a otras en eso.
Así, mientras los capítulos van alternando las historias de ambas mujeres, nos vamos enterando de la relación que existe entre ellas, así como iremos descubriendo lo tortuosa que ha sido esa historia familiar. Nos enteraremos de qué manera el poder soviético tensionó la vida cotidiana de parientes y vecinos, y a qué extremos de suspicacia, cautela y desesperación llegó el control del régimen sobre la vida de las personas. Quizás solamente comparable al control sobre los cuerpos de las mafias de mujeres, que nada más permiten que sus víctimas hagan lo que a ellos les conviene, que educan, imponen y modelan las conductas de las personas que controlan, todas ellas reducidas a pedazos de carne.
Algunos críticos han señalado que el estilo de Sofi Oksanen es especialmente adecuado para el tema que está tratando, y que permite mantener la atención del lector en los sucesos que ocurren. Personalmente -y conozco el texto a través de la traducción de la editorial Salamandra- me parece que la autora se dedica a enumerarnos cantidad de cosas que no le importan a nadie, detalles insignificantes que ni ayudan al lector a acceder a un ambiente emocional, ni generan ritmo narrativo, y más bien cansan al lector. Cuando la acción sale de la cocina de Aliide, y nos empezamos a dirigir a Alemania, a la Estonia de la década del ’50 o a cualquier otro lugar, la narración se adelgaza, la autora deja de acribillarnos con detalles intrascendentes, y la narración gana en vivacidad.
Ahora bien, sumando y restando, Purga resulta una experiencia literaria intensa, una novela que reflexiona sobre el poder, y sobre la resiliencia. Sobre los recursos, nobles e innobles, a los que las personas echan mano para enfrentar la violencia absoluta. Porque al final, vivir en un régimen totalitario o bajo la zarpa de una mafia es esencialmente un ejercicio de sobrevivencia. Y Purga es el relato de esa lucha por mantenerse vivos.
https://libreriadeurgencia.wordpress.com/2020/12/27/purga-sofi-oksanen/