Me parece que la novela está bien como está. Quería llamarla
Trimalchio (está ambientada en Long Island), pero Zelda y todos los demás me
disuadieron.
Carta a Ernest Boyd, 1925
EL GRAN GATSBY:
LA ENCARNACIÓN DEL SUEÑO
AMERICANO
ALBA DEL REY ALONSO | 10
SEPTIEMBRE 2020
El final de la Primera Guerra Mundial supuso el surgimiento de un nuevo orden mundial en el que Estados Unidos aparecía como la nueva potencia emergente. La prosperidad económica del país durante la década de 1920 se vio reflejada profundamente en la sociedad. Así pues, los jóvenes norteamericanos vivían en una celebración constante llena de excesos y ambientada con jazz.
Primera adaptación al cine de la novela (Herbert Brenon, 1926)
El tema central de El gran Gatsby y, en general, de su obra literaria es el temor a que la prosperidad del país fomentara un cambio de mentalidad en la sociedad. Durante los felices años veinte, la exuberancia y el dinero fácil estaban acabando con los valores de épocas anteriores: la moderación y el trabajo duro. Fitzgerald no se limitó a criticarlo, sino que reconoció su atractivo; de manera que sus obras combinan la inmersión con la crítica. En concreto, a través de esta novela, el autor refleja los sentimientos y las motivaciones de la clase alta de la sociedad de los años veinte de forma crítica y pesimista. En aquel momento, en este estrato social, se hacía una diferencia entre aquellos que eran ricos porque habían heredado dinero y aquellos que lo eran porque de algún modo habían adquirido grandes fortunas en poco tiempo. Por un lado, Tom Buchanan, el marido de Daisy, pertenece al primer grupo. Su vida acomodada alimenta su laxitud; Tom es infiel, y Daisy es infeliz, pues se resignó a casare con él únicamente por el dinero y sufre porque es conocedora de su deslealtad.
Estos dos personajes
representan la falta de moral de la sociedad. Por otro lado, Gatsby pertenece
al segundo grupo. A diferencia de la pareja, este personaje es inconformista y
derrocha optimismo; cree que todo se puede lograr y no pierde la esperanza
nunca. Es un hombre que se ha hecho a sí mismo con el objetivo de alcanzar su
sueño: recuperar al amor de su vida. De esta manera, el autor hace que Gatsby
sea la encarnación del sueño americano, una de las principales creencias de la
cultura norteamericana que establece que, en Estados Unidos, todo el mundo
puede tener éxito y ser feliz si se esfuerza. Sin embargo, en este caso, el
vacío moral de esa sociedad, que permanece oculto para Gatsby debido su
espejismo con respecto a Daisy, termina corrompiéndolo.
Para narrar la historia de
Gatsby, Fitzgerald crea a Nick Carraway, un narrador testigo, ya que no
protagoniza los hechos, pero los presencia. Su honradez y su proximidad con los
personajes lo convierten en el narrador ideal, puesto que se relaciona con todos
los individuos implicados en la historia, proporcionando así una perspectiva
completa. Además, su inocencia y su primer contacto con esa sociedad procuran
una representación objetiva del mundo neoyorkino. Nick es esencial en la
creación del mito que rodea a Gatsby, ya que engrandece su figura. Él admira su
capacidad para infundir esperanza y, gracias a su historia, comprende la falta
de moral de ese mundo.
En cuanto a su estilo, Scott
Fitzgerald destaca por su prosa distintiva. Las capacidades poéticas de esta y
el uso de metáforas extendidas le permiten simbolizar y ahondar en las
personalidades de los personajes, expresando así su lamento por la sociedad
moderna. Cabe destacar una de las imágenes más memorables de El gran Gatsby: la
luz verde que emerge del embarcadero de la casa de Daisy, y que Gatsby observa
desde la orilla. Este elemento representa su sueño y, por lo tanto, su futuro,
que al igual que la luz, resulta ser inalcanzable. Además, evoca imaginación y,
en efecto, finalmente, se demuestra que la idealización de Daisy ha llevado a
Gatsby a vivir por y para una fantasía. Por otra parte, el autor consigue un
ritmo narrativo rápido gracias al empleo de diálogos ágiles que se alternan con
la recreación sensorial del ambiente. Así, consigue retratar a la perfección el
frenesí de aquel período.
Fitzgerald murió en 1940 creyendo
que El gran Gatsby era un verdadero fracaso debido a las malas críticas que
había recibido y a las pocas copias del libro que se habían vendido en
comparación con el resto de sus obras. Sin embargo, el paso del tiempo ha
permitido apreciar la calidad de esta obra literaria. El interés por la
historia ha hecho que El gran Gatsby haya sido adaptada a la gran pantalla en
varias ocasiones. Destacan la adaptación cinematográfica de 1974, que cuenta
con el guion de Francis Ford Coppola y en la que Robert Redford encarna a Gatsby, y la versión más reciente, la de
2013, que fue dirigida por Baz Luhrmann y protagonizada por Leonardo DiCaprio.
Esta última conserva la acción de la novela, pero la puesta en escena rompe con
el realismo de las versiones anteriores planteando una estética colorida y
excesiva.
La representación del fracaso del
sueño americano y el fiel retrato de los felices años veinte, junto con el
impecable estilo de Fitzgerald y su habilidad para dotar a sus obras de cierto
aire fantástico han hecho que El Gran Gatsby sea considerada una de las grandes
novelas norteamericanas del siglo veinte.
Fuente: https://revistacontrapunto.com/la-encarnacion-del-sueno-americano-el-gran-gatsby-f-scott-fitzgerald/