viernes, 8 de febrero de 2013

LEÓN EL AFRICANO ( próximo día13 las 20h)


Es la primera novela de Amín Maalouf escrita en francés (1986). Está basada en las notas autobiográficas de la Descripción de África que hiciera el genuino León el Africano, y enmarcada en el género histórico.En ella se recrea la vida de un misterioso personaje nacido en Granada en el siglo XV que viajó por buena parte del continente africano entonces desconocido.


Esta historia comienza en Granada, en 1489, tres años antes de la reconquista definitiva de la Península por parte de los Castellanos. Está dividida en cuatro libros, cada uno de ellos titulado con el nombre de la ciudad por donde va trascurriendo la acción (Granada, Fez, El Cairo y Roma) Nos describe de forma magnífica cada uno de estos lugares donde vivieron personajes como: los Reyes Católicos, el emperador Carlos V, Lutero, Barbarroja, Solimán, la familia Médici o el papa León X, que influyeron de forma definitiva en el futuro de los países que ocupaban el Mediterráneo.

Con esta obra, Maalouf explora el enfrentamiento entre el Islam y la Cristiandad, denunciando la locura que incita a los hombres a matarse entre sí en el nombre de una etnia, lengua o religión. Intenta comprender por qué en la historia de la humanidad la afirmación del uno ha significado siempre la negación del otro.

Con estas citas os invitamos a sumergiros en esta magnífica obra que debatiremos el próximo, miércoles 13 a las 20h.

“Cuando la mente de los hombre te parezca estrecha, piensa que la tierra de Dios es ancha y anchos sus manos y su corazón. No vaciles nunca en alejarte allende todos los mares, allende todas las fronteras, todas las patrias, todas las creencias”.




"Si la muerte no fuera inevitable, el hombre habría perdido su vida entera evitándola. No habría arriesgado, ni intentado, ni emprendido, ni inventado, ni construido nada. La vida habría sido una perpetua convalecencia. Sí, hermanos, demos gracias a Dios por habernos dado el regalo de la muerte para que la vida tenga un sentido; la noche, para que el día tenga un sentido; el silencio, para que la palabra tenga un sentido; la enfermedad, para que la salud tenga un sentido; la guerra, para que la paz tenga un sentido. Agradezcámosle que nos haya dado el cansancio y las penas, para que el descanso y las alegrías tengan un sentido”





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