Aunque no todas las investigaciones están de acuerdo, parece que Poe nació en Boston el 19 de enero de 1809. Sus padres,actores de teatro itinerantes, morirían apenas dos años más tarde. Al quedar huérfano, el pequeño Edgar fue acogido por un rico comerciante de tabaco de Richmond, Virginia. Su nombre era John Allan, quien cedió al escritor su primer apellido pero jamás llegó a adoptarlo legalmente.
Edgar Allan Poe fue el primer gran autor norteamericano que intentó ganarse la vida con lo que escribía. No le fue fácil: la ruina y la miseria lo persiguieron ferozmente durante toda su existencia adulta.
Subsistió precariamente, enlazando trabajos como crítico literario y editor en distintos diarios de Baltimore, Philadelphia,
Virginia Clemm |
Nueva
York... Nuevamente en Richmond, Poe asumió el cargo de editor en
'Southern Literary Messenger', y en 1836 contrajo matrimonio con
Virginia Clemm, su prima carnal e inspiradora de su poema 'Annabel Lee'.
Ella contaba sólo 13 años; él, 27. Virginia fallecería de tuberculosis
once años después. Sin Virginia, que había sido su soporte y su
asidero vital, la naturaleza débil, caótica y autodestructiva de Poe se
impuso. Lo arrojó a la depresión, el alcoholismo y otras adicciones, y lo
hizo resbalar imparablemente hacia el borde del abismo. Uno de los
mayores misterios del carácter de Poe es cómo convivían, en un solo ser,
esa tendencia al desastre en lo personal y una capacidad tan extrema
para alcanzar la perfección en lo literario.
Como autor, Poe logró la notoriedad y el éxito a edad relativamente temprana. Fue en 1845, a raíz de la publicación del poema 'The Raven' ('El cuervo') en el diario 'Evening Mirror'. Dentro de la literatura contemporánea, la obra de nuestro autor muestra una poderosa y variada influencia; fundador de géneros -como el whodunit, el moderno relato policíaco de deducción: la especialidad de su proto-detective Auguste Dupin-, genio de la narración "gótica" y macabra, pero también del relato irónico y de humor, excelente poeta y crítico, editor de prestigiosas revistas literarias, Poe está hoy considerado figura esencial del Panteón estadounidense.
En efecto, Poe fundó la novela policiaca (con 'Los crímenes de la calle Morgue), la novela de piratas (con 'El escarabajo de oro', donde Stevenson hallaría notoria inspiración para escribir 'La isla del tesoro'), la novela fantástica o de ciencia ficción (con su 'Manuscrito encontrado en una botella', que anticipa, por ejemplo, 'La invención de Morel', de Bioy Casares), el cuento de terror de sustrato psicológico (con 'El gato negro', uno de los mejores relatos de todos los tiempos, claro antecedente de Lovecraft) y hasta la poesía simbolista, que arrasaría a finales del siglo XIX en Europa de la mano de su devoto traductor Charles Baudelaire; Poe fue también el primer autor norteamericano más valorado en Europa que en su tierra. Baudelaire, fascinado por la oscura fuerza de sus imágenes, se pasó década y media traduciéndolo y voceándolo. Mallarmé, Valéry y los surrealistas -además de Dickens, Nietzsche o Kafka- lo admiraron, como entre nosotros lo hicieron Pedro Antonio de Alarcón, Galdós, Clarín o Baroja.
Borges fue ambivalente respecto a su influencia, pero para Cortázar -su mejor traductor al castellano- siempre fue uno de los grandes maestros.
Su muerte, ocurrida a los cuarenta años -todavía rodeada de misterio- y, sobre todo, la sinrazón que manifestó en los días transcurridos desde que fue encontrado vagando por las calles de Baltimore con ropas que no eran las suyas, hasta que murió en el hospital incapaz de recordar nada de lo sucedido, acrecentó su leyenda negra. Cuentan que su tío, cuando se enteró de su muerte, pronunció esta amarga frase fúnebre:
"Había conocido tanto dolor y tenía tan pocos motivos para sentirse satisfecho con la vida, que este cambio apenas puede considerarse una desgracia".
Desde 1949 -primer centenario de su muerte-, cada 19 de enero aparecen sobre su tumba tres rosas rojas y media botella de coñac, colocadas por un sujeto anónimo bautizado como 'Poe Toaster' (el que brinda por Poe). La leyenda sigue. Y Edgar Allan Poe continúa inspirando los sueños de muchos jóvenes escritores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario