jueves, 30 de enero de 2014

UNA CASA EN ALQUILER

Esta novela   de Charles Dickens, ocupó la última reunión del  Club Dante el pasado día 15 de enero

 La  primera vez que se publicó  fue en el número especial de Navidad de 1858 de la revista Household Words, de la que Dickens era director.
Quizá por este motivo y porque fuera concebida como un regalo a los lectores de esta revista, Dickens solicitó la colaboración de tres autores que escribían habitualmente en ella, Adelaide Anne Procter, Elizabet Gaskell y Wilkie Collins

El propio Dickens y Collins abren y cierran esta obra con dos narraciones escritas a la limón.



“Una casa en alquiler” gira en torno a un misterioso edificio que Sophonisba, la anciana que narra la historia, observa desde su ventana. Esa casa en alquiler resulta oscura y desolada, y nadie parece habitarla; urgida por la curiosidad, solicitará la ayuda de su mayordomo, Trottle, y de su mejor amigo, Jabez Jarber, para conseguir averiguar el porqué del estado actual del edificio y qué se esconde tras sus muros.


El primer relato y el último están escritos por Dickens y Collins. Sentando las bases de la trama y llevándola a su desenlace: el primero hace gala de tensión e introduce los elementos de misterio, lo cual aviva la curiosidad del lector; el último nos pone ante una resolución inesperada, pero cargada de sentimentalismo y un tanto vertiginosa.


El humor característico de Dickens, por ejemplo, aflora en otro “Entrar en sociedad”, donde el personaje del enano Chops nos trae a la mente algunos de los protagonistas más memorables del genio inglés. El talento para la intriga de Collins se hace patente en “El informe de Trottle”, con la incursión del mayordomo en la casa en alquiler. También la perspicaz mirada de Gaskell se aprecia en su contribución, “El matrimonio de Manchester”, menos emocionante que el resto, pero con un componente mucho más humano.

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